«Las mujeres fuertes son un poco brujas, yo también» 

Un cuento clásico para tiempos modernos. La autora alemana acaba de presentar en Madrid «Reckless», el inicio de una nueva saga fantástica 

Lucia Dorronsoro, Madrid
16.12.2010

«El espejo solo se abre para el que no se ve a sí mismo». Con esta misteriosa invitación embauca Cornelia Funke (Alemania, 1958) al lector para adentrarse en su nueva novela, «Reckless. Carne de Piedra» (Siruela), un cuento de hadas clásico que emula a los hermanos Grimm desde el «Érase una vez» de la primera línea. Traducido con exquisito tacto por María Falcón Quintana e ilustrado a lápiz por la propia autora, ansiada «discípula» del célebre Arthur Rackham —otro guiño a los Grimm—, Cornelia pone de nuevo su desbordante imaginación al servicio de un mundo fantástico del que ya ha anunciado cinco entregas, basadas todas ellas en cuentos tradicionales, y la cuarta dedicada a España. Los trece millones de ejemplares vendidos de su anterior trilogía, «Mundos de tinta», auguran otro feliz desembarco para una de las «reinas» del panorama editorial infantil-juvenil, que afirma encontrarse «bajo el hechizo» de Neil Gaiman, y que elige a Chaikovski como banda sonora para esta historia.
.
¿Qué convierte al espejo en un instrumento tan atractivo para la literatura? 
En «Reckless» es la entrada a un reino oscuro donde un maleficio torna la carne humana en piedra. Al principio pensé en una puerta, pero luego me fijé en lo valioso que es un espejo, uno de esos grandes inventos de la Humanidad, tan normal hoy en día. Durante miles de años no existía y los hombres no podían ver su propia imagen. Es también una buena metáfora; para mí, los mundos fantásticos son reflejos del mundo real.
.
Recupera el cuento clásico y, con él, al personaje del hada-bruja, las únicas mujeres fuertes y poderosas de la tradición oral. 
Me gusta el Hada Oscura; es cierto que es malvada, pero también es un buen personaje. El poder seduce y corrompe por igual a hombres y a mujeres, sean estas brujas o no. Y siempre tiene dos caras, la luz y la oscuridad. He intentado plasmar esas dos facetas en mis personajes femeninos.
.
¿Cree que los cuentos tradicionales son sexistas o que es más importante la libertad de elegir? 
Creo que el lector tiene que leer lo que le apetezca sin prejuicios. Y sí claro que muchos relatos clásicos convierten a la mujer en una insulsa princesa que espera al príncipe azul, pero otra veces esos cuentos de la tradición oral han sido modificados hasta llegar hasta nosotros; por ejemplo, el leñador-salvador de «Caperucita Roja» no existía. Es importante conocer los cuentos originales y saber qué es lo que querían enseñar.
.
Pero usted «huye» de las moralejas. 
Es cierto, no me gusta decir lo que está bien y lo que está mal, es como si pensaras que tus lectores son idiotas. Me interesa más suscitar preguntas, que una niña se cuestione por qué todas las mujeres fuertes acaban siendo «brujas». Yo también soy un poco bruja (risas).
.
«Reckless» puede considerarse una especie de Historia de la Fantasía con un desfile de personajes inmenso. ¿Cuál es su favorito? 
Zorro, podría decirse que es mi «alter ego». Nunca había puesto tanto de mí en un personaje, creo que recoge la complejidad de la mujer. Pero también tengo mucho de Jacob y, si le preguntara al coautor, Lionel Wigram, le diría que soy clavadita al Hada Oscura (risas).