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PSIQUIATRÍA - Aumento de patologías
Integrarse en la cultura...
de la anorexia

Cada vez se detectan más trastornos alimentarios en jóvenes inmigrantes
Expertos culpan al 'choque' del cambio y al deseo de aceptación social


Ángel Díaz, Madrid
15/03/2011

Aún no es mayor de edad, su nombre significa Afortunada en árabe y está ingresada en un centro de trastornos alimentarios, diagnosticada de anorexia y bulimia, entre otros problemas como el abuso de alcohol y drogas. Es europea de nacimiento, aunque su familia es marroquí. Sus padres, de extracción humilde, son muy religiosos y de costumbres tradicionales, pero ella siente "todo lo contrario".


Este "choque cultural", según refieren tanto sus terapeutas como ella misma, fue uno de los motores que puso en marcha un insoportable caudal de emociones adolescentes, que empezó con una profunda tristeza y acabó arrastrándola al lugar donde ahora se encuentra. Llegó allí "engañada" por su familia y tuvo que ser "sedada" para poder ingresar.


El Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA), una red asistencial privada especializada en bulimia y anorexia, destaca que se ha producido un notable incremento de estas patologías en la población inmigrante, debido en parte al denominado "choque o estrés por aculturación, que se produce por el esfuerzo en asimilar la cultura para minimizar las diferencias".

De acuerdo con los expertos consultados por ELMUNDO.es, la anorexia y otros trastornos alimentarios no pueden atribuirse exclusivamente al influjo sociocultural, pero parece claro que éste desempeña un papel decisivo. Un estudio ya clásico sobre el tema comparó a familias indias que habían emigrado a Inglaterra con otras de similares características que se habían quedado en su país de origen. En estas últimas, la incidencia de estas enfermedades era irrelevante, mientras que los hijos de los inmigrantes presentaban unas tasas de anorexia que se acercaban a las de los nativos ingleses.

En España, este efecto también se empieza a notar. De hecho, "ocurre en todas las partes del mundo donde se está produciendo un acceso de los inmigrantes a las clases medias. Intentan adecuarse al modelo de apariencia física de quienes ya están situados en esta clase". Así lo afirma el doctor Carlos Lupresti, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Quirón en Barcelona, quien apunta una complejidad añadida a la hora de enfrentarse a estos trastornos. "El tratamiento con los inmigrantes es exactamente el mismo, pero hay que tratar de amoldarse a la cultura del paciente y hacer un sobreesfuerzo de pedagogía con las familias. Esto se ha llamado a veces psiquiatría cultural, aunque, en realidad, se trata simplemente de sentido común".

Incomprensión familiar
Incomprensión familiar El problema es que las familias no siempre entienden que se encuentran ante una grave enfermedad que precisa de un tratamiento profesional y muchas veces urgente. "Para mis padres, una persona bien alimentada era símbolo de buena salud", comenta la paciente 'afortunada' con la que se abría este reportaje. "Nunca comprendieron la enfermedad, decían que estaba loca... Para ellos el problema era el acceso a la comida, no entendían lo contrario [el rechazo a comer para estar más delgada]".

"En la medida en que estos pacientes cambian de marco cultural, tienen una mayor susceptibilidad a desarrollar estos trastornos", comenta el doctor Eduardo García-Camba, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de La Princesa en Madrid. "Estamos viendo cosas que antes no veíamos", comenta sobre el aumento de casos en inmigrantes. "Pero hay un posible sesgo", advierte. "Antes no veíamos a estos pacientes. No es que aumente la prevalencia de trastornos psiquiátricos, sino que ahora vienen aquí y acuden a los servicios sanitarios".

"Lo que está claro", resume este experto, "es que estamos exportando el modelo de anorexia y bulimia, como también exportamos el modelo de la obesidad". En este sentido, la televisión, internet y los medios de masas han diseminado ya algunos de los valores culturales que se asocian a los trastornos alimentarios. "Muchos inmigrantes ya han vivido en sus propios países un incremento de estos trastornos. A lo mejor en sus lugares de origen no acudían al sistema sanitario y aquí sí", señala García-Camba, quien apunta a una "colonización" o "globalización" de los trastornos alimentarios.

En todo caso, desde ITA destacan que el diagnóstico en inmigrantes de estos trastornos "puede ser más difícil y complejo por la presencia de rasgos atípicos". Los expertos saben que muchos casos, sobre todo de bulimia, pasan inadvertidos y no se identifican hasta años después, por lo que insisten en la necesidad de estar prevenidos y no menospreciar los síntomas. Se trata de problemas médicos serios, y no ya de 'manías' que puedan superarse con disciplina. "Hay que explicar que, por mucho esfuerzo que se ponga, el trastorno lo supera. Cuando está avanzado, es imprescindible acudir al profesional, y en muchos casos la única solución es el ingreso", explica Lupresti.
http://www.elmundo.es/
La historia de Isabelle Caro, imagen de la anorexia 

La joven, fallecida esta semana, cuenta en su biografía su dramática historia

JUAN PEDRO QUIÑONERO, PARÍS 
01.01.2011
Foto - La modelo anoréxica, en uno de los carteles que la hicieron famosa

“Mi madre me amaba con locura. No me dejaba salir de casa. No estaba secuestrada. Pero cuando ella se hundió en la depresión, mi vida se convirtió en un tormento. No salí de casa hasta los quince. Era anoréxica desde los doce...”

En su autobiografía, Isabelle Caro (Marsella, 1982 – París, 2010) ha contado lo esencial de su trágica vida, coloreándola de manera patética. La suya pudo ser una tragedia banal, de no haber cobrado una efímera gloria a través de las fotografías de Oliviero Toscani, el mes de mayo del 2007, convertida en icono de una campaña italiana contra la anorexia.

Desnuda, sentada, el torso inclinado, Isabelle tenía a los 25 años la figura de una anciana, con un metro sesenta y cinco centímetros y poco más de 25 kilos. Toscani ha contado que eligió a Isabelle Caro como “modelo” de una campaña contra la anorexia, a la vista de los patéticos estragos de la enfermedad que la perseguía desde la pubertad.

El día de su muerte, Toscani ha dejado el testimonio más cruel: “Traté un poco a Isabelle. Hasta quedescubrí algo atroz. Ella misma intentaba utilizar su anorexia, para convertirse en modelo, en actriz. Pero no tenía ningún talento. Y el talento único de la anorexia terminó devorándola”.

Su amiga y profesora de arte dramático, Danièle Dubreuil-Prévot anunció con varias semanas de retraso que Isabelle Caro había muerto el 17 de noviembre pasado, “tras una gira en Japón, donde había cumplido algunos compromisos profesionales”. En verdad, la modelo murió en un hospital parisino, donde pasó las dos últimas semanas de su vida, aquejada de insuficiencia respiratoria.

Desde su nacimiento, su vida fue un largo de rosario de tragedias. Hasta poco antes de los 20 años, vivió “secuestrada” por una madre enferma, depresiva, que deseaba “protegerla” en un modesto domicilio, del que la niña no salía ni siquiera para ir a la escuela.

Sola, la niña Isabelle Caro sufrió durante ocho largos años una anorexia que nadie le curaba ni trataba. Cuando los médicos comenzaron a tratarla, hacia los veinte años, la mujer joven comenzó una vida atroz.

Fama fugaz
A los veinte años fue hospitalizada por vez primera. En vano. Durante el resto de su vida, nunca llegó a pesar mucho más de 30 kilos. Cuando Oliviero Toscani la descubrió y la convirtió en la “estrella” de sus fotografías contra la anorexia, Isabelle cobró una cierta fama fugaz.
“Célebre” de la noche a la mañana, Isabelle, cuenta el fotógrafo, decidió cambiar de vida: convertirse en una “estrella” de la moda, el cine, la publicidad. Y fundó una pequeña asociación de lucha contra la anorexia. Esa nueva vida se convirtió muy pronto en una pesadilla.

Como modelo, Isabelle Caro no llegó nunca a conseguir ningún trabajo vagamente continuo. En París, una escuela de actores decidió aceptarla como alumna. Pero tuvo que abandonar los cursos en varias ocasiones: estaba demasiado frágil para realizar un trabajo duro y continuado. Sus cursos de arte dramático le dieron nuevas relaciones. Incluso soñó en fundar algo así como una compañía, que nunca llegó a ser realidad: sin dinero, consagró mucho tiempo a buscar “padrinos” o “amigos” que lanzasen por ella suscripciones públicas para montar algunas piezas de teatro.

Desde varios blogs, escribía peticiones, reclamando ayuda para lanzar su carrera de actriz. Esa actividad y anhelos tuvieron un cierto patetismo: una mujer joven, anoréxica, gritando a quien deseaba escucharla que su pasión era el teatro y la pasarela de moda... En un vídeo póstumo que circula por internet, Isabelle continuaba dando consejos a las jóvenes que desear hacer carrera como maniquíes: “Sed felices. Creer en la vida”. Ella ha muerto sola, perdida en el laberinto de sus esperanzas e ilusiones, víctima de la anorexia que le dió la fama y la muerte.



Reino Unido

Psiquiatras lançam campanha contra sites pró-anorexia

por Joana Viana
20.09.2009

Os sites e páginas que fazem a apologia da anorexia e de outras desordens alimentares têm aumentado em grande escala, pelo que vários psiquiatras britânicos estão preocupados e decidiram agir.

O apelo para proibir estes sites surge na semana em que arranca a semana de moda de Londres, onde os organizadores permitiram um desfile de modelos ultra-magras, ao conrário do que acontece noutros países, onde isto já é proibido para combater as doenças deste foro.

De acordo com os psiquiatras do Royal College of Psychiatrists, há cada vez mais jovens no país a procurar sites destes para acederem dicas de como perder peso - páginas que, na opinião da dr. Ulrike Schmidt, "normalizaram a doença".

Os últimos dados da instituição apontam para que mais de 1.6 milhões de britânicos sofram de distúrbios alimentares, na sua maioria adolescentes do sexo feminino.
http://www.ionline.pt/