REPORTAJE: UNA ÓPERA DEL SIGLO XXI


El 'bel canto' revive
la tragedia
de la conejita playboy



La vida de la fallecida modelo Anna Nicole Smith, llena de sexo, drogas y escándalos inspira una ópera que se estrena el mes próximo en el Covent Garden de Londres


LOLA GALÁN

30/01/2011

Anna Nicole Smith, sex symbol famosa por sus descomunales pechos de silicona y su matrimonio con un multimillonario octogenario, no superó en vida el nivel de las crónicas de cotilleo. Pero cuatro años después de su muerte, en febrero de 2007, víctima de una sobredosis de fármacos, ha sido encumbrada a la categoría de las heroínas de Puccini, Verdi o Bizet por la Royal Opera House de Londres.

En un par de semanas, la ópera Anna Nicole se estrenará en el templo del bel canto londinense, dejando a más de uno de sus exquisitos patrocinadores con la boca abierta. O quizá no. El instinto comercial británico ha sabido encontrar siempre una vía digna para explotar el escándalo. Elaine Padmore, al frente de la institución entonces, reconocía al diario The Guardian en 2009, que la vida de Anna Nicole merecía llevarse a la ópera aunque no fuera más que para romper la imagen rancia y "europea" que tiene la música lírica. De ahí la importancia de crear nuevas piezas con temas y protagonistas populares. Y quizás, no europeos.

Anna Nicole, con su melena rubia, su 1,80 metros de estatura y su espectacular busto, no podía ser más americana. Quiso ser la nueva Marilyn Monroe, pero se quedó en modelo de Playboy, mujer escándalo, viuda de un multimillonario obligada a disputarle la herencia a su implacable familia.

Los directivos del primer teatro lírico británico han visto en esta trama, que muchos juzgan barata, una parábola de la celebridad y los estragos que causa en los que la conquistan. Un material de primera, para apuntarse un tanto innovador y provocador, capaz de llenar el Covent Garden con gente más joven (y quizá menos europea) que la que normalmente lo frecuenta. Por supuesto, no es la primera iniciativa de este tipo. La soprano y compositora española Pilar Jurado está a punto de estrenar una ópera sobre un tema actual, en España. Y en cuanto al escándalo, los montajes operísticos de la Fura dels Baus o de Calixto Bieito hace tiempo que revolucionaron los teatros de la ópera del mundo.

Un joven músico, Mark-Anthony Turnage, ha compuesto la partitura sobre la historia escandalosa, llena de sexo y drogas, de Anna Nicole, escrita por el libretista Richard Thomas, coautor de un musical satírico y provocador, sobre un famoso programa basura de la televisión estadounidense, The Springer Show. Thomas, según confesión propia, se enamoró de la ópera en los años setenta, cuando malvivía en Viena y vio en la Staatsoper La flauta mágica, de Mozart. La imagen de la Reina de la noche le dejó trastornado y decidido a probar suerte en el género. La fortuna le ha servido en bandeja Anna Nicole, una historia que, a su juicio, tiene todos los ingredientes de un melodrama lírico.

Su texto ha sido revisado con lupa para que no supere los límites de brutalidad estética que pueden aceptarse en un teatro de este nivel. Y sobre todo para que no dé lugar a querellas judiciales, porque algunos de los protagonistas del drama aún viven. Thomas ha reconocido que ha tenido que limar algunas escenas eróticas consideradas excesivas para el Covent Garden. Pero la producción ha encandilado a todos. Empezando por el director de escena, Richard Jones, que confesó a The Sunday Times lo fascinante del contraste "entre la historia profana y el templo del arte", donde va a representarse, bajo la batuta de Antonio Pappano, y con la soprano Eva María Westbrock, en el papel principal.

La vertiginosa vida de Anna Nicole Smith se ha revelado un verdadero filón. Su nombre ha figurado incluso en un par de cables del Departamento de Estado aireados por Wikileaks. En 2006, el embajador estadounidense en Bahamas hizo algunas anotaciones sobre su llegada a la isla. "El huracán Anna Nicole causa estragos en Bahamas", escribe. La inusitada facilidad con la que obtiene el permiso de residencia, acostándose, supuestamente, con el ministro de Inmigración, provoca el cese de este y el triunfo del partido de oposición en las sucesivas elecciones.

Su paso por el mundo fue ciertamente huracanado. Nacida en noviembre de 1967 en una pequeña población de Houston (Tejas), Victoria Lynn Hogan -su verdadero nombre- creció en un hogar infeliz, tras el abandono de su padre. Quería ser famosa como Marilyn Monroe, pero el camino hacia el estrellato resultó tortuoso. Tras un breve y desastroso matrimonio, se encontró a los 18 años sola y con un recién nacido, su hijo Daniel. Trabajó para mantenerlo en clubes de strip-tease de poca monta hasta que decidió operarse los pechos para adaptarse a los gustos de la clientela. Así pasó a trabajar en un local de Houston, donde, en 1991, conoció al multimillonario J. Howard Marshall II, un magnate del petróleo casado en segundas nupcias y muy aficionado a las chicas de club.

Fueron años de esplendor para Anna Nicole, modelo de la revista Playboy en 1992 y 1993. Un contrato con la firma de ropa Guess le supuso la consagración. Los paparazzi se convirtieron en su sombra, y le cayó algún papel menor en producciones de Hollywood. Fue entonces cuando enviudó J. Howard Marshall II, que perdió también a su amante de los últimos años. Según el libretista Thomas, era un anciano lúcido y con gran olfato para los negocios, y no un viejo senil manipulado por Anna Nicole, cuando finalmente se casaron en Houston, en 1994. Él tenía 89 años y se movía en silla de ruedas. Ella era una despampanante belleza de 27 años con ganas de comerse el mundo.

Vista con perspectiva, la unión, que duró solo 13 meses (J. H. Marshall murió en 1995), fue un desastre para Anna Nicole. Los implantes de silicona le atormentaban con continuos dolores y terminó enganchada a los calmantes. Desde el momento en el que su marido cayó enfermo, Pierce, hijo del magnate, le declaró una guerra judicial sin cuartel, que terminó privándole de la mansión donde vivía, de su asignación mensual y hasta de la posibilidad de pasar más de media hora al día con el enfermo.

A su muerte, la guerra judicial, todavía abierta hoy, se recrudeció. Anna Nicole hizo esfuerzos por seguir con su carrera. Rodeada de admiradores, amantes y asesores, asidua de programas de televisión, recaló en Bahamas, en 2006, con su agente y abogado Howard Stern. Estaba embarazada del fotógrafo Larry Birkhead, y en septiembre de ese año, nació su hija Dannielynn, en Nassau. Puede que fuera la mayor alegría de su vida, pero alegría fugaz, porque pocos días después del parto moría de sobredosis su hijo Daniel. Tenía 20 años. Anna Nicole le sobrevivió unos meses. El 8 de febrero de 2007 decidió imitarle, con la ayuda de un cóctel de calmantes. Su vida pasa ahora a ser una ópera. Lástima que la interesada no pueda ya disfrutar de este ascenso en el escalafón de la fama.

El libreto ha sido revisado con lupa para evitar excesos sexuales y querellas de personajes que aún viven

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ENTREVISTA: CiberP@ís DANIEL DOMSCHEIT-BERG Creador de Openleaks

"¿Assange? El mundo no necesita otro Mesías, otra estrella del pop"

CLAUDI PÉREZ, Davos

30.01.2011


 
Daniel Domscheit-Berg (Alemania, 1978), activista teccnológico -sea lo que sea lo que eso significa- y principal colaborador de Assange durante años, dejó Wikileaks el pasado septiembre y ha creado su propio proyecto, Openleaks, que pretende estar plenamente operativo en unos meses. Está a punto de publicar un libro con un título explícito: Dentro de Wikileaks: mi tiempo con Julian Assange en la web más peligrosa del mundo, que no es precisamente una hagiografía del australiano.

Pregunta. ¿Cómo fue su salida de Wikileaks?

Respuesta. Trabajé allí durante tres años en funciones muy diferentes. Analizando documentos, redactando artículos y finalmente como portavoz oficial del proyecto. No éramos muchos, cada uno tenía su rol y todos eran igual de importantes. En mi opinión, todo iba bien hasta que en un momento dado eso se rompió y Julian Assange empezó a acaparar demasiada atención, el proyecto adquirió tintes de un personalismo exagerado y Assange adoptó un papel político con el que estaba y sigo estando en desacuerdo. Parecía que Wikileaks era un proyecto personal para convertir a Julian en alguien influyente políticamente. Al final ha acabado poniéndose a él mismo y a todo el proyecto en peligro. Y eso no era necesario. El mundo no necesita otro Mesías, no necesita otro gurú, otro líder, otra estrella del pop.

P. ¿Cuáles son las diferencias principales entre su proyecto y Wikileaks?

R. Sencillamente intentamos ser menos. Menos que Wikileaks. Como en el caso de Wikileaks, se trata de seguir más o menos el mismo camino: poner en marcha una caja en la que de alguna manera se diversifique el proceso de hacer llegar al público información relevante, al tiempo que se garantiza la neutralidad y se protege a las fuentes. Pero sin hacer más de la cuenta: sin jugar ese rol político que han adoptado Assange y Wikileaks. Preferimos garantizar más la neutralidad; creemos que eso es más importante. Una quinta parte de nuestros socios serán elegidos en una votación pública. No queremos que una sola organización resuelva todos los problemas; queremos que muchas más organizaciones de las que colaboran con Wikileaks puedan usar ese mecanismo.

P. ¿Cómo cambia que Al Jazeera y el New York Times preparen ese tipo de proyectos y vayan surgiendo Brusselsleaks, Greenleaks o Indoorleaks?

R. Es una noticia estupenda que refuerza nuestra filosofía. Nosotros seremos un competidor más, una alternativa a Wikileaks. Y esa diversificación, que consiste en dar poder a muchos, es muy positiva. Así es como funciona la democracia.

P. ¿Cuánto dinero necesita?

R. Esperamos levantar en torno a un millón de euros en donaciones. Pero por ahora no tenemos un céntimo.

P. ¿Lo que hacen es periodismo?

R. No lo creo. Tal vez hay algunas cosas de las que hacemos que se le parecen, pero no es periodismo. Somos proveedores de tecnología. Eso es todo.

P. El objetivo es, de alguna manera, forzar a los Gobiernos a que haya una mayor transparencia informativa. ¿Podría provocar todo este movimiento más secretismo?

R. Puede ser. Tal vez el cablegate ya lo ha provocado. En Davos mucha de la gente con la que he hablado no quiere escribir una sola palabra en el correo electrónico acerca de temas que puedan traerles complicaciones. Esa es la prueba de que algo está cambiando.

P. ¿Qué opina de quienes opinan que Wikileaks y ese tipo de proyectos tratan simplemente de satisfacer una curiosidad morbosa, como ha dicho Vargas Llosa?

R. Hay buenos argumentos para defender eso, pero me parece que es injusto decir que muchas de esas revelaciones que han aparecido satisfacen únicamente una curiosidad morbosa de la gente: el revuelo está más que justificado en algunos casos.

P. A Assange abrir ese debate le está dando serios problemas. ¿Teme algo parecido?

R. Yo soy más pragmático. Él es un visionario, yo un ingeniero. Es un tipo muy inteligente, uno de los más inteligentes que conozco. Ha hecho grandes cosas. Pero a la vez es una especie de dictador, un autócrata. Creo que hay que medirle con esas contradicciones: por un lado toda esa filosofía de la transparencia, de la democratización de la información; por otro, la forma tan personalista, tan dictatorial, con la que ha acabado llevando todo esto.

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Haruki Murakami


"El Gran Hermano orwelliano ya no es una amenaza.
Sabemos defendernos"

MARTIN OEHLEN Y SABINE VOGEL

29.01.2011

El éxito de Haruki Murakami (Kioto, 1949) es grandioso. Hace unos años era más popular en Europa que en su propio país, pero el autor de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo oTokio blues ahora arrasa también en Oriente: en Japón vendió más de 500.000 ejemplares de su última novela, 1Q84, pocas horas después de lanzarla. Desde que salió a la venta, más de un millón de japoneses y dos millones de chinos y coreanos han adquirido el libro que publica la semana que viene Tusquets en España, en versión de Gabriel Álvarez Martínez. El Cultural ofrece hoy una de las pocas entrevistas concedidas por el escritor, en este caso a un diario alemán, así como el comienzo del libro, una historia de ciencia ficción sobre una asesina que descubre un misterioso mundo subterráneo .

La cifra inicial de 40.000 ejemplares de la primera edición alemana no fueron suficientes para satisfacer a una legión de fans que crece a toda velocidad. El autor, de 62 años, fue recibido como una estrella del pop cuando apareció por sorpresa en el teatro Admiralpalast de Berlín a mediados de octubre.

Sin embargo, el narrador japonés no se siente cómodo ante la expectación que crea. Para mantener su anonimato y poder coger el metro cuando está en su país, no aparece en televisión y muy rara vez concede entrevistas. Jamás habla de su vida privada. Por su libro De qué hablo cuando hablo de correr sabemos que practica deporte, que nada, corre maratones, y también que se levanta muy temprano. Nos recibe a las nueve de la mañana, vestido de manera informal, con camiseta y tejanos, en la habitación del hotel.

-¿Necesita entrenarse físicamente para poder escribir?
-En primer lugar, me divierte mucho. Pero escribir también es un trabajo agotador y para realizarlo es necesario estar en forma. Se necesita fortaleza física y mucha resistencia.

-También para 1Q84. ¿Sabía usted desde el principio que escribiría más de mil páginas?
-Sí, sencillamente lo sabía. Durante tres años trabajé en la novela todos los días, cinco horas cada mañana. Con una concentración máxima. Y eso consume mucha energía.

-El joven escritor Tengo, uno de los protagonistas de 1Q84, dice que no le gusta escribir por la noche, porque las frases le salen oscuras y tristes. ¿Le sucede a usted lo mismo?
-No escribo una vez que ha anochecido. Es una costumbre. Pero sí que puedo imaginarme que, por la noche, las historias se vuelven más oscuras y siniestras. Me levanto a las cuatro, me preparo un café, enciendo el ordenador y, a veces, escucho algo de música, por ejemplo, barroca. Pero últimamente no escucho música mientras escribo.

El origen de 1Q84
-Los títulos de algunas de sus novelas, como Tokio blues. Norwegian Wood o After Dark, están inspirados en canciones de los Beatles, de los Beach Boys o en piezas de jazz. Al principio de 1Q84, en la radio del taxi suena la Sinfonietta de Janacek; también podemos escuchar El clave bien templado de Bach, obras de Haydn y otras piezas barrocas. ¿Su gusto musical se decanta ahora por los clásicos?
-No, siempre he escuchado todo tipo de musica: jazz, clásica, rock, siempre que sea bueno.

-¿Cómo comenzó a escribir?
-Hacía sol y estaba viendo un partido de béisbol una tarde de abril. De repente, fue como si me hubiera caído un rayo y supe con toda claridad que sería escritor.

-¿Hubo algún factor desencadenante, alguna experiencia que inspirase 1Q84?
-La idea llegó de forma muy sencilla: iba en coche por Tokio, el tráfico era intenso y me quedé atascado en una autovía en medio de la ciudad. Miré por la ventana y pensé en cómo me sentiría si bajase del coche, lo dejase allí y descendiese al subsuelo. Ésa fue la idea desencadenante, de la que partió el personaje de Aomame. Así empezó. No sabía lo que ocurriría más adelante. Pero sí que detrás se escondía una gran historia.

-Aomame desciende por una escalera de emergencia de una autovía y llega a otro mundo. ¿Le ha sucedido a usted?
-No, yo tengo una vida muy normal. No tengo experiencias sobrenaturales. Pero cuando estoy escribiendo una historia, entonces creo en todo lo que mi historia puede ofrecerme: desde lo más cotidiano a lo más increíble. Si la historia lo necesita, continúo por ese camino. Pero no creo en fantasmas, extraterrestres ni cosas por el estilo; soy bastante realista y razonable.

-¿Va mucho al cine o ve mucha televisión?
-En absoluto. Sólo veo partidos de béisbol. Me encanta el béisbol.

-¿Y lee periódicos?
-No demasiados.

-¿No le interesa el día a día?
-Estoy informado de lo que sucede, por supuesto, pero no leo periódicos japoneses. Su prosa me aburre. Las revistas de información americanas son un poco mejores. No me interesan mucho los medios de comunicación. Estamos rodeados de toda esta información, de las diferentes opiniones. Me parece agotador y podría renunciar perfectamente a todo ello.

-George Orwell, a cuya novela 1984 usted hace referencia, quería que su libro se comprendiese como una advertencia contra el totalitarismo.
-Cuando Orwell escribió 1984, en 1949, la novela constituía una visión futurista. Para mí, 1984 se halla en el pasado y eso representa una gran diferencia. El Gran Hermano de Orwell era un monstruo peligroso, un dictador que vigilaba y controlaba a todos desde su posición dominante. La Gente Pequeña de mi novela 1Q84 constituye lo contrario: casi nadie puede verlos, viven escondidos y lo que nos hacen es oscuro y misterioso. El Gran Hermano ya no representa una amenaza para nuestra sociedad. Lo conocemos y sabemos cómo protegernos de él. Pero a la gente pequeña no la conocemos, por eso nos parecen tan siniestros. Así, también mis lectores pueden imaginárselos como quieran.

-¿Son ahora los sistemas sociales más caóticos?
-Bueno, también Occidente siente desconfianza hacia aquellos valores, instituciones y sistemas que parecían estables. ¿Quién confía ya en los sistemas económicos? Desde principios de este siglo el caos se ha globalizado. La falta de estabilidad es un fenómeno global. Y esta incertidumbre nos une a todos. Comenzó con la caída del Muro de Berlín. Teníamos la esperanza de que eso fuese el comienzo de un mundo mejor. Pero esa esperanza se evaporó con los atentados del 11 de septiembre. El mundo, tal como lo conocíamos, había perdido el rumbo.

-El tradicional dualismo entre capitalismo y comunismo ha sido sustituido por otro: el dualismo entre capitalismo e islamismo.
-En mi opinión, todos los “ismos” han caducado. Vivimos un siglo post-ideológico, en el que los “ismos” han perdido su poder.

-¿Y qué ha sustituido a las ideologías, a los “ismos”? Sus personajes parecen a menudo perdidos.
-Sí, están solos, buscan una conexión con el mundo, con un mundo más allá de las fronteras de lo que conocen. Por eso espero que mi historia los dote de valentía.

-¿Colecciona libros?
No, pero sí discos, tengo toneladas, estantes llenos. Los libros, los clasifico.

-¿También los de su favorito, Dostoievski?
-¡No, ésos no! Hay excepciones.

-En su libro cuenta que para Chéjov existía un lugar que quería visitar al menos una vez en la vida: Sajalin. ¿Tiene usted también un lugar similar, casi mágico, y cuál es?
-El mismo que Chéjov: Sajalin. Siempre he querido ir allí y conocer ese lugar supuestamente tan extraño.

-Entonces, ¿todavía no ha ido?
-Sí, estuve allí hace tres o cuatro años. Es enorme, pero no hay ni una sola librería. Aunque se pueden comprar libros en el mercado, donde los venden vendedores ambulantes que los han traído del continente. Allí encontré muchos de mis libros, una experiencia muy emocionante.

www.elmondo.es
Can't Buy Me a Job:

Woman Graduates with First Master's in Beatles Studies

By: Elizabeth Tyler

29.01.2011

The first Masters degree in 'Beatles studies' has been awarded to a lady in Liverpool ... And before you ask, her name's not Eleanor Rigby.

It was in fact the former Miss Canada finalist and professional actress, 53 year old Mary-Lu Zahalan-Kennedy, a student of Liverpool Hope University in the UK. She was one of the first 12 students to sign up for the MA in 'The Beatles, Popular Music and Society', when it began in 2009, and on Wednesday was announced as the course's first graduate.

The course focuses on the work of the Beatles in terms of composition and sound, the influence of Liverpool on their music and the importance of their music in influencing aspects of culture and society.

The founder and leader of the MA, Mike Brocken, is proud of the fact that course graduates course will join the ranks of scholars of Popular Music Studies: "who are able to offer fresh and thought-provoking insights into the discipline of musicology."

Upon graduating, Ms Zahalan-Kennedy said "I am so proud of my achievement. The course was challenging, enjoyable and it provided a great insight into the impact the Beatles had and still have to this day across all aspects of life." (Via Yahoo News)

www.time.com
¿Qué les pasó a nuestros abuelos en la guerra?


SANTOS JULIÁ

28.01.2011

La concepción de la historia se ha transformado en las últimas décadas: de la militancia de los años sesenta a la pasión por el pasado que resucita una y otra vez

Cuando terminaba el siglo XX, todo el mundo hablaba de crisis de la historia. Algunos la daban por terminal y anunciaban su fin: el fin de la historia. Otros, menos dramáticamente, proponían giros y retornos, o hablaban de la irrupción de una nueva historia: turn y new eran las consignas. Lo viejo, lo que estaba en crisis, era la historia como ciencia de la sociedad, de sus estructuras, y de los grandes procesos sociales, de sus cambios. Estructura y cambio, desentrañarlos permitía vislumbrar el futuro: la historia como ciencia del pasado que servía como instrumento de transformación del presente.

Cuando esa idea de historia se desvaneció, las estructuras cedieron terreno ante las tramas de significado y los procesos de cambio dejaron paso a la construcción de identidades colectivas; la sociedad fue sustituida por la cultura: género, edad, etnicidad, exclusión, pueblos colonizados, naciones sin Estado. Se comenzó a hablar de una nueva historia cultural, identificada con una memoria social. Muy pronto, el borrado de la distancia entre objetividad y subjetividad, historia y poesía, se tradujo en un permanente flujo entre historia, antropología, literatura, memoria, cultura en fin, a la espera de liquidar la diferencia entre historia y ficción, como en el siglo XIX, cuando la historia aún no había reivindicado un estatuto científico.

Aquí hemos vivido estos procesos de manera muy singular. Herederos del gran relato del fracaso de España, la consolidación de la democracia y la entrada en Europa indujeron a repensar la historia en otros términos, como una variante de la historia europea. Los historiadores económicos fueron los primeros en verlo; luego, su mirada contaminó a la historia social y política e inundó la historia de la cultura entendida como historia de productos culturales. Vista en un tiempo largo, la historia de España era, con sus variantes, parte de la historia de Europa: tal fue el marco en que la generación ahora superviviente comenzó a repensar el pasado y escribir la historia de la economía, la sociedad, la política, la cultura -así, por niveles- españolas.

Fue un tiempo en que sociología, ciencia política e historia establecieron relaciones de buena vecindad para documentar e interpretar los grandes procesos de que éramos testigos: fin de la agricultura tradicional, industrialización, urbanización, auge de la clase media, educación universal, secularización, democratización, ciudadanía, Estado de derecho, autonomías, incorporación a Europa. Esos eran los datos de la experiencia, lo que estaba ocurriendo, pero ¿de dónde venía todo eso? ¿eran los nuestros unos relatos de consolación para ocultar nuestro verdadero origen, la esperanza de la República, la rebelión militar, la Guerra Civil, la derrota, la feroz represión? Franco y la dictadura ¿eran sólo un paréntesis?

Si se miraban las macromagnitudes que los historiadores económicos nos proporcionaban, eso parecía un paréntesis que interrumpió un largo tiempo de crecimiento, lento, sí, pero sostenido: la reconstrucción de las series históricas del PIB, de las transformaciones agrarias, de la industrialización, obligaban a pensar que los orígenes y el ritmo de nuestros procesos de modernización eran más similares a los de la media europea de lo que había supuesto el paradigma del fracaso. Y si se echaba una mirada a la cultura, era evidente que la densidad alcanzada en el primer tercio de nuestro siglo no envidiaba lo ocurrido en Francia o Inglaterra. Era difícil para un historiador de la sociedad o de la política no deslizarse por la rampa que le proponían los de la economía y de la cultura: la Guerra Civil, Franco, la dictadura no eran la continuación de la historia de España, eran su gran anomalía.

Este podría ser el estado de espíritu que dominaba al embocar la última década del siglo: una anomalía que por fortuna había quedado superada: ya éramos modernos, europeos, lo cual quería decir: la Guerra Civil y Franco son el pasado. Pero por serlo, también aquí empezó a hacer de las suyas la crisis de la historia como análisis de estructuras y de procesos de cambio, para poner en su lugar una historia empeñada en la construcción de identidades, en la recuperación de lo local; interés por lo cercano, por lo que había ocurrido a los míos, a mi gente. Y en ese clima, era lógico que la historia que nos conducía a Europa cediera ante la historia que nos llevaba a nuestros pueblos. La pregunta qué ha pasado aquí, a nuestros vecinos, a nuestros abuelos, sustituyó a la pregunta qué ha pasado en la sociedad, en el Estado, en la cultura, en España.

Y fue en este proceso donde adquirió el estatuto de nuevo programa de trabajo la búsqueda de las raíces culturales, de las identidades colectivas, nacionales o no. Con el proceso de consolidación de las autonomías, de la expansión universitaria y del fin de los movimientos migratorios internos, la mirada de una nueva generación de historiadores se volcó sobre lo más inmediato en el espacio y lo más cercano en el tiempo. En el movimiento de construcción de identidades, o de recuperación de memoria, la pregunta fue: ¿qué les pasó a mis abuelos en la guerra? Para responder, había que regresar a los pueblos, de donde los padres habían emigrado, y preguntar a los viejos. La memoria saltó a primer plano.

Es impresionante lo que la historiografía andaluza, catalana, valenciana, gallega, manchega, vasca... ha producido durante la última década sobre los años de República, de Guerra Civil y de represión de posguerra en cada una de nuestras comarcas, regiones o naciones. Pero la cuestión ya no es el lugar que guerra y dictadura ocupan en la formación de la sociedad o en el proceso histórico mirado a largo plazo. La cuestión es traer el pasado al presente con el propósito de que valores que en otro tiempo guiaron a los excluidos, los derrotados y pisoteados por la historia, resignificados por la memoria social, sirvan como herramienta para la construcción de nuevas identidades colectivas, nacionales o no.

Nada de qué sorprenderse. La historia como militancia, tan en boga en los años sesenta y setenta, pretendía que conocer el pasado era un instrumento de transformación del mundo. Eso se acabó cuando la carga profética de los relatos históricos hizo agua. Pero algo hay en la pasión por el pasado que resucita una y otra vez esa pretensión y, puesto que la capacidad subversiva de la historia sucumbe, su lugar debe ocuparlo la memoria. Es lo que defienden los que practican la historia como parcela de la memoria cultural de los pueblos: recuperar la capacidad de subversión del orden establecido por la afirmación ritualizada de que el pasado no pase. En el pasado, no en el futuro, es donde radicaría la fuerza de la negación del presente. Puede sonar a fantasía reaccionaria, a oclusión de futuro, pero ¿quién sabe?

Santos Juliá (Ferrol, 1940) ha publicado en los últimos meses la recopilación de ensayos Hoy no es ayer. Ensayos sobre la España del siglo XX (RBA).

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Se la hostess è un "Ladyboy"

Thailandia, al debutto una compagnia aerea che - "prima al mondo" - arruolerà transessuali come assistenti di volo. Voli da Bangkok a Seoul, Tokyo e Osaka

di Andrea Tarquini
29.01.2011

Le pari opportunità devono valere anche per la gente dell'aria, e anche per chi è spinto dalla natura a cambiare sesso. La piccola rivoluzione viene dalla Thailandia. Debutta una nuova compagnia aerea, P.C.Air, la cui specialità sarà una scelta radicale in questo senso. La P.C.Air si è posta l'obiettivo di assumere sistematicamente transessuali come hostess. Cosa che finora nessuna airline del mondo aveva avuto il coraggio di fare. P.C. Air ha già assunto sei "ladyboys" come membri dei suoi equipaggi, e la campagna assunzioni prosegue a ritmo serrato.

P.C. Air debutterà con voli commerciali in aprile, e vuole dare l'esempio di una vera parità di diritti tra i sessi. E'quanto sottolinea il suo numero uno, Peter Chan, elogiando i transessuali: "Penso", egli ha dichiarato a Bild online (l'edizione digitale del quotidiano più letto d'Europa, la quale ha dedicato un ampio servizio al tema) "che queste persone (i transessuali appunto, ndr) possano svolgere al meglio molti lavori, e non soltanto nel campo dello spettacolo e dell'intrattenimento come si tende a pensare. E molti di loro hanno un sogno: appunto, diventare hostess. Io voglio tradurre il loro sogno in realtà".

Thanyarat Jiraphathorn, ventitreenne, e famosa in Thailandia per essere stata eletta reginetta dell'edizione 2007 di "Miss Tiffany", un noto concorso di bellezza per transessuali, e per essere la protagonista di diverse soap operas di successo, è una delle vincitrici dei primi posti di lavoro di hostess assegnati da P.C.Air tra gli oltre cento transessuali che hanno risposto al bando d'assunzione presentando domanda.

Secondo Peter Chan, quel che conta per essere assunticome hostess transessuali non è aver effettuato o meno l'operazione chirurgida per il cambio di sesso. Le doti importanti sono la gentilezza e la buona conoscenza dlele lingue. La Thailandia, la cui economia attraversa da anni una fase di boom economico e di accelerata industrializzazione, è famosa non solo come grande mèta del turismo internazionale, ma anche per la bellezza, lo stile e l'eleganza delle sue signore. E anche dei transessuali, perché il regno è tra i paesi col più alto numero di transessuali nel mondo, in rapporto al totale della popolazione. Molti di loro si sottopongono all'operazione per il cambio di sesso, e diversi chirurghi thailandesi offrono la possibilità di effettuarla a prezzi modici.

La nuova compagnia aerea P.C. Air comincerà i suoi servizi regolari con due jet a larga capacità del tipo Airbus A 310, acquistati di seconda mano. La sua base sarà il modernissimo aeroporto internazionale Suvarnabhumi, che è il più nuovo e importante dei due scali di Bangkok. Da Suvarnabhumi i jet di P.C.Air effettueranno tra gli altri voli per Seoul, la capitale sudcoreana, Tokyo e Osaka. In seguito la compagnia progetta di espandere la sua rete con altri collegamenti in Asia.

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EGITTO

Wikileaks: "Rivolta pianificata con gli Usa"e spunta il "manuale
della protesta"

Dai dispacci svelati dal sito americano emerge un documento che rivelerebbe un ruolo degli Stati Uniti dietro le proteste anti Mubarak, per arrivare alla deposizione del presidente e un cambio di regime entro il 2011. E ai giornali arriva un vademecum del rivoluzionario, con indicazioni su come muoversi in piazza. Con un consiglio: portare una rosa, per mostrare intenzioni pacifiche

ROMA - Un documento diplomatico segreto pubblicato da Wikileaks rivela che gli Stati Uniti, pur appoggiando in Egitto il governo di Mubarak, da almeno tre anni sostengono segretamente alcuni dei dissidenti che sarebbero dietro la rivolta di piazza di questi giorni. Secondo il dispaccio, la decisione farebbe parte di un piano per favorire un "cambio di regime" in senso democratico al Cairo, nel 2011. Dal 2008, gli Usa lavorerebbero quindi in segreto alla deposizione del presidente egiziano.

Gli Usa dietro la rivolta. Il documento proviene dall'ambasciata Usa al Cairo e risale al 30 dicembre 2008, ed è stato ripreso dal quotidiano inglese The Telegraph. In esso l'ambasciatrice, Margaret Scobey, dice che un "giovane dissidente" egiziano del movimento "6 aprile", il cui nome viene omesso, è stato aiutato dalla stessa ambasciata a partecipare a un incontro di dissidenti a Washington, il summit della "Alliance of Youth Movements". L'incontro, promosso dal Dipartimento di Stato, è avvenuto alla presenza di esperti e funzionari del governo americano. Al suo ritorno al Cairo - scrive il Telegraph - il dissidente egiziano ha rivelato ai diplomatici Usa che era stata formata un'alleanza fra gruppi di opposizione, con un piano per rovesciare nel 2011 il governo del presidente Mubarak. L'obiettivo del piano è installare un governo democratico in Egitto, prima delle elezioni presidenziali previste per il settembre di quest'anno.

Il dispaccio svelato da Wikileaks dice che "diverse forze di opposizione" egiziane avevano raggiunto un accordo per "appoggiare un piano non scritto per una transizione verso una democrazia parlamentare, con meno poteri al presidente della Repubblica, e più al primo ministro e al parlamento. Il tutto da portare a compimento prima delle elezioni presidenziali in programma nel 2011". Il documento rivela anche che il piano è "così delicato da non poter essere messo per iscritto" e che l'identità del dissidente va tenuta nascosta per evitare rappresaglie al suo rientro in Egitto. L'ambasciatrice Scobey, infine, si chiede se il piano, che definisce "non realistico", possa funzionare.

Il manuale della rivolta. Uno scudo e uno spray di vernice come equipaggiamento, e una rosa per dimostrare le proprie intenzioni pacifiche. E poi, obbiettivi molto chiari: "Prendere il controllo di significativi edifici governativi. Convincere elementi della polizia e dell'esercito a stare dalla parte del popolo. Proteggere i nostri fratelli e le nostre sorelle nella fase della rivoluzione". Il manuale della rivoluzione in Egitto non prevede armi, ma determinazione e accortezza e "intelligenza". Un vero e proprio vademecum della rivolta, fatto arrivare da blogger egiziani nelle redazioni del Guardian e di Atlantic: un manuale dettagliato di come comportarsi durante la protesta e quali fini perseguire. Non si indica come effettuare un colpo di Stato, ma come agire strategicamente secondo i dettami della "disobbedienza civile" per ottenere "la caduta di Hosni Mubarak e dei suoi ministri" e la formazione di "un nuovo governo non militare che abbia a cuore gli interessi degli egiziani".

Il piano d'azione della protesta, corredato da disegni esplicativi, prevede "il raduno di amici e vicini in strade lontane dal punto in cui sono concentrate le forze di sicurezza, e l'incoraggiamento ai passanti affinchè si uniscano al corteo (usando slogan positivi)". La divisa del rivoluzionario è così composta: giubbotto e cappuccio, vernice spray "da spruzzare sui poliziotti, se ci attaccano", scarpe con cui muoversi velocemente, scudo (che nel disegno assomiglia al coperchio di una pentola da cucina), occhiali protettivi, fazzoletto per proteggersi dai gas lacrimogeni. E poi, una rosa per mostrare le proprie "pacifiche" intenzioni. Il manuale indica, poi, come confrontarsi nel corpo a corpo con i poliziotti e con i blindati.
(29 gennaio 2011) © Riproduzione riservata
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En este momento miles de ciudadanos y ciudadanas egipcios se manifiestan en las calles de El Cairo y otras ciudades egipcias exigiendo democracia.

La policía ha reprimido duramente las manifestaciones, deteniendo a cientos de personas. Al menos 2 manifestantes han muerto. El gobierno ha respondido con una fuerte censura que impide a la población conocer lo que esta sucediendo en el país.


Firma ahora para exigir a Egipto la liberación inmediata de los manifestantes
Las cárceles egipcias son tristemente famosas por ser centros de tortura, donde la seguridad y los derechos de los detenidos en las protestas corren un grave peligro.

El único delito de los manifestantes ha sido exigir democracia en un país gobernado durante 30 años por Hosni Mubarak. Su delito ha sido pensar diferente a lo que quieren los poderosos y tener el valor para actuar de forma consecuente con lo que piensan.

Firma ahora la petición
Es hora de actuar para apoyar a los manifestantes que han sido detenidos por defender la democracia.

Firma exigiendo a la Embajada de Egipto en España la liberación inmediata de todos los detenidos en las manifestaciones por la democracia!

Reenvía este correo a tu gente más cercana y haz que, en este momento decisivo, la balanza se decante del lado de la libertad y la democracia en Egipto.

El Equipo de Actuable

EGIPTO  - El opositor El Baradei, bajo arresto domiciliario

El Gobierno egipcio saca el Ejército a las calles y decreta el toque de queda

  • Mubarak ha sacado al Ejército para 'asistir' a la policía
  • Se declara el toque de queda en las principales ciudades del país
  • La sede del gobernante Partido Nacional Democrático ha sido incendiada
Francisco Carrión, El Cairo
28.01.2011
El futuro de Egipto puede desvelarse en la jornada de hoy, bautizada como el 'Viernes de la Ira', donde ya ha habido cinco muertos y al menos 800 heridos repartidos por las principales ciudades del país. Se han detenido a más de 300 en lo que va de día.

Pese al toque de queda declarado en todo el país, decenas de miles de manifestantes siguen en las calles de El Cairo, Alejandría y Suez, ignorando el dictamen emitido por el jefe del Estado, Hosni Mubarak, "en su función como líder del Ejército". Pese a la presencia del Ejército en las calles, se han incendiado comisarías y edificios del Estado y continúan los choques con las fuerzas de la autoridad. Oficialmente el toque entró en efecto a las 18.30 hora local, y se mantiene hasta las 07.00 horas de la mañana del sábado.

Los manifestantes habían convocado unas fuertes protestas tras el rezo del viernes. Y así han tenido lugar, sin miedo y con un brillo especial en los ojos. Decenas de miles de jóvenes (pero también de ancianos y niños) corean consignas contra Hosni Mubarak, mientras sufren una fuerte represión policial y los golpes que matones en moto (contratados por el Gobierno) dan a todo el que se les pone por delante. El eslogan más escuchado es "pan, libertad y derechos humanos".

Manifestantes y periodistas heridos

El Cairo está tomado por los antidisturbios, la policía secreta y, ahora, el Ejército, en un intento de sofocar las fuertes protestas y de controlar no sólo a los manifestantes, sino a los periodistas (ya hay varios franceses y británicos heridos), a los que les impiden hacer fotografías o informar. A última hora de la tarde, la policía irrumpió en la cede de Al Jazeera en la capital, aunque se desconoce si detuvieron a los periodistas trasmitiendo desde sus instalaciones.

Los manifestantes han hecho barricadas y la capital es un auténtico polvorín. Apenas se puede respirar debido a los gases lacrimógenos y el humo provocado por el incendio de vehículos.

A lo largo del día la policía ha cargado con firmeza, al tiempo que se siguen realizando más arrestos contra los Hermanos Musulmanes. De hecho, en Alejandría se ha vivido una fuerte represión, ya que la segunda ciudad más importante del país es el fortín de los Hermanos Musulmanes.

Los primeros enfrentamientos en El Cairo tuvieron lugar en el barrio de Guiza, junto a una mezquita, donde El Baradei se concentraba con 2.000 personas más. Tras retener al Premio Nobel a lo largo de varias horas, el opositor fue puesto bajo arresto domiciliario.

A media tarde, los manifestantes se congregaron frente al Palacio Presidencial, enfadados ante el rumor de que la familia Mubarak esté a punto de abandonar el país o incluso lo haya dejado ya. Se rumorea en las calles de El Cairo que Mubarak podría estar en algún país europeo, junto a su mujer y su hijo Gamal.

Sin internet ni teléfono movil

Mientras, los 80 millones de ciudadanos egipcios se encuentran sin internet y sin teléfono móvil, en lo que era una estrategia del Gobierno para frenar las manifestaciones .

Desde las 00.00 horas de este viernes, internet ha dejado de funcionar y si se llama a una de las compañías que presta su servicio, se escucha un mensaje telefónico grabado en el que se anuncia que "Egipto no disfrutará de internet este viernes".

Internet y la telefonía móvil han sido las dos herramientas utilizadas por los manifestantes para movilizarse y concentrarse en diferentes puntos de las principales ciudades egipcias. En los anteriores días, Facebook y Twitter ya fueron 'apagados'.

Ahmed, un joven que se encontraba sentado en un café mirando con desolación su móvil sin línea, aseguraba a ELMUNDO.es:

"Todo se ha vuelto muy difícil, pero ésta es la
última oportunidad del cambio".

De Villena: "La moral de los antiguos era más moderna que la nuestra"


El nuevo 'Diccionario de mitos clásicos para uso de modernos' el poeta acude al rescate de dioses y héroes griegos y romanos para mostrar su actualidad

TOMMASO KOCH, Madrid

27.01.2011

Gafas de sol, corbata verde, camisa amarilla, bufanda cachemir y pelo rubio: es difícil que Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) pase desapercibido en el lujoso salón del hotel Intercontinental de Madrid. Ante unos pequeños croissant, el poeta y escritor explica que se ha recuperado de "las interminables y feas fiestas navideñas. Una vez un amigo me dijo: 'Navidad es el Corte Inglés'. Acertaba". El excéntrico autor acaba de publicar Diccionario de mitos clásicos para uso de modernos, un manual "didáctico y, espero, ameno" sobre dioses y héroes de la Grecia y la Roma antiguas. Una mitología muy lejana en el tiempo, pero muy actual, al menos según él.

De Villena reconstruye el origen y la historia de 88 personajes mitológicos del mundo clásico. Cada uno de ellos, desde Adonis hasta Vientos, cuenta con un capitulo propio: se narra la fabula de su vida y se citan las ocasiones principales en las que escritores, pintores y músicos hicieron referencia a esa figura a lo largo de la historia. El párrafo final reflexiona sobre la actualidad del personaje en cuestión. Hasta hay comparaciones. Así, Cristiano Ronaldo se convierte en Narciso, el muchacho condenado a amarse a si mismo por siempre. Los cuerpos de los modelos "no difieren de las estatuas de los dioses clásicos". Y "los políticos se parecen a las sirenas: lanzan un canto bonito, lleno de promesas, y si los sigues acabas estrellándote contra las rocas".

Lo que más le interesa subrayar a De Villena es la importancia de los mitos clásicos: "Salvo la cristiana, toda la cultura occidental hasta el siglo XX incluido ha sido una relectura distinta de esa mitología", afirma. El motivo para acudir justo ahora a su rescate es la "Edad media cibernética" en la que vivimos. "Desde hace 20-30 años la clase dirigente está destruyendo la cultura en función del entretenimiento. Hoy en día la mayoría está compuesta por ciudadanos entretenidos: no piensan y se llenan de fútbol y programas del corazón de marujonas insultándose. El ciudadano cultivado, en cambio, reflexiona, se pregunta el porqué, pero ha pasado a ser muy minoritario".

Entre las razones, según el escritor madrileño, está la desaparición paulatina de la enseñanza de los mitos: "Los cambios en los planes de estudio han descabezado las humanidades. Quitar la mitología clásica equivale a cortarles a los jóvenes su conexión con el pasado". Las religiones monoteístas han jugado un papel relevante en este partido: "Han sido terribles. Han creado una moral única, o conmigo o en contra, y han tachado a los mitos clásicos de cuentos lascivos. El mundo antiguo sin embargo preveía posibilidades casi infinitas: cada dios ofrecía su vía personal". Eutanasia, libertad sexual y religiosa. "La moral de los antiguos eran mucho más moderna que la nuestra", tercia De Villena.

El ocaso de Tiresia

Hay personajes que han caído en el olvido y otros que han sobrevivido mejor. Pocos conocen al adivino ciego Tiresias pero sí nos referimos a Heracles. Aún así, "puedes decir que te vas con Morfeo o que una mujer es una harpía, pero a menudo no sabemos de qué estamos hablando". De Villena cita dos ejemplos para reforzar su tesis: "Pensamos que Cibeles es una diosa castiza, pero su origen es asiático y parte de su culto consistía en ritos orgiásticos. De hecho, tal vez los jóvenes borrachos que pasan por delante de la fuente probablemente sean los que, sin saberlo, mejor la representan". Y "la palabra ninfómana proviene de las ninfas. Algunas de ellas vivían en las fuentes y, como les gustaban los hombres, los atraían y apenas esos se acercaban lo suficiente se los llevaban para gozar de ellos".

Muy polémico, De Villena no se consuela con las tentativas de Hollywood de actualizar mitos como el de la guerra de Troya: "Es un intento de llevar la Ilíada al cine pero la convierte en la historia de una guerra. Era sobre todo un poema mágico, en el que los dioses intervienen apoyando algunos a los griegos y a los troyanos". Ni tampoco le compensa que las nuevas tecnologías acerquen la cultura a la gente: "Ordenadores y Ipods solo son instrumentos de transmisión: el problema está en que pongan a tu alcance la cultura y no idioteces".

www.elpais.es
El banquero suizo delata a los evasores fiscales en WikiLeaks porque está 'contra el sistema'

En la lista de presuntos evasores fiscales hay 40 políticos 
'Como banquero tengo el derecho de plantarme si hay algo que está mal' 

Foto - Julian Assange y Rudolf Elmer
19.01.2011

Londres.- El ex banquero suizo Rudolf Elmer ha entregado a uno de los fundadores de Wikileaks, Julian Assange, dos CD con una lista de 2.000 clientes sospechosos de evasión fiscal.
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"Estoy contra el sistema (...) Sé cómo funciona el sistema", dijo Elmer entre críticas a una red que, a su juicio, favorece el tráfico ilegal de dinero hacia cuentas en paraísos fiscales.
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Si bien no dio nombres, el ex banquero afirma que los discos compactos tiene información de unos 40 políticos, además de otros personajes públicos que proceden de "todas partes" del mundo.
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Elmer, procesado en Suiza por revelación de secretos bancarios, fue despedido en el año 2002 del banco Julius Baer, en el que dirigía las operaciones en las islas Caimán. Ya había entregado previamente información a Wikileaks, en el punto de mira por la revelación de apenas un 2,3% de los 250.000 cables que tiene del Departamento de Estado de Estados Unidos.
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"Creo como banquero que tengo el derecho de plantarme si hay algo que está mal", resaltó Elmer antes de puntualizar que quiere "hacer saber a la sociedad lo que yo sé".
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"Una vez que haya mirado los datos, habrá una revelación", ha señalado por su parte Assange, quien ya había advertido de que los bancos serían las próximas víctimas de las filtraciones de documentos. El australiano se encuentra actualmente en Londres en libertad bajo fianza y a la espera de que se resuelva su proceso de extradición a Suecia, donde está procesado por supuestos delitos sexuales.
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Está claro que Elmer es un "denunciante de buena fe", por lo que "tengo el deber de apoyarle en esto", agregó Assange.
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"He estado ahí. He hecho ese trabajo. Sé lo que es el día a día de este negocio", explicó Elmer al señalar lo importante que es que él mismo, un banquero, se identifique como la fuente de origen de los datos.

Juicio por filtrar datos bancarios a Wikileaks

Acusan a un banquero de vulnerar el secreto de sus clientes

28.01.2011
El ex banquero suizo Rudolf Elmer, quien entregó a Wikileaks los datos de 2.000 clientes sospechosos de evasión fiscal, acudirá hoy a una audiencia preliminar para la lectura de los cargos que se le imputan por vulnerar el secreto bancario, aunque no está relacionado con el caso de las filtraciones al portal.

Elmer podría enfrentar una pena de prisión de ocho meses y el pago de una multa de 2.000 francos suizos (1.549 euros) por solicitar dinero a cambio de facilitar información sensible sobre las cuentas de varios clientes en las islas Caimán, violar el secreto bancario y empresarial y amenazar a varios compañeros del banco Julius Baer.
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El pasado lunes, Elmer facilitó al fundador de Wikileaks, Julian Assange, dos discos duros con los datos de 2.000 clientes que podrían incurrir en un delito de evasión de impuestos. Según el suizo, entregó la información al portal después de que las autoridades suizas y alemanas se negaran a investigar el caso.
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No obstante, el Julius Baer considera que el comportamiento del banquero es una «vendetta» (venganza) por la negativa de la entidad a pagarle la cuantía de la indemnización que exigió tras ser despedido, en el año 2002.
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Por su parte, Elmer asegura que, junto a su familia, ha sido objeto de una «campaña de intimidación» para que aceptara el pago de 500.000 francos (387.289 euros) a cambio de su silencio. Además, alega que no ha violado el secreto bancario suizo, ya que las autoridades helvéticas no tienen jurisdicción en las Caimán.
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No es la primera vez que Suiza tiene problemas en este ámbito, ya que el año pasado tuvo que facilitar a Washington los datos de 4.450 clientes bancarios, en el marco de una investigación fiscal. Alemania también ha recurrido a su vecino para obtener información de ciudadanos sospechosos de evadir impuestos.
Una guerra sin fin

El historiador Anthony Pagden da las claves de 2.500 años de encuentros y desencuentros entre Oriente y Occidente


FERNANDO GUALDONI
28.01.2011
Cuando se cumplen diez años del 11-S, el historiador británico Anthony Pagden ilumina los orígenes y las claves de la confrontación entre Oriente y Occidente. Habla de su libro, Mundos en guerra, traza un mapa de la situación actual y asegura que parte de la clave para alcanzar la reconciliación y el entendimiento está en la secularización.
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Todo empezó con un rapto, el de Helena, esposa del rey espartano Menelao, por parte de un lechuguino troyano, Paris. La famosa guerra de Troya que libraron "los aqueos, griegos del noreste del Peloponeso, y los troyanos, un pueblo casi mítico de Asia menor", es para Anthony Pagden, autor de Mundos en guerra (RBA), el inicio de la "enemistad perpetua" -como la llamó Herodoto- entre Oriente y Occidente. Con un buen ritmo narrativo, mezclando mitología, hechos y anécdotas, Pagden navega por los océanos del tiempo desde las Guerras Médicas, la invasión de Alejandro, la conquista de Roma y la entrada del sultán Mehmet II a Constantinopla hasta la expedición de Napoleón a Egipto -un intento de imponer la civilización occidental sin conquista y el origen de muchos conflictos posteriores-, la colonización europea, la caída del imperio otomano, las dos guerras mundiales, y el nacimiento del radicalismo musulmán. Nada menos que 2.500 años de historia que llegan justo a tiempo para echar luz sobre un episodio tan trágico como fue el 11-S en el décimo aniversario.
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"La idea del Occidente de democracia liberal, tolerancia,
igualdad y libertad está en declive"
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El profesor británico de historia y ciencias políticas de la Universidad de California (UCLA) mejora el estilo de su trabajo Peoples and Empires (Modern Library Chronicles, 2001), que en menos de 200 páginas recorre y analiza el auge, caída y herencia de los imperios europeos. Mundos en guerra. 2.500 años de conflictos entre Oriente y Occidente es dos veces más extenso, pero se disfruta dos veces más. El ensayo-novela de Pagden es sumamente útil como texto de divulgación general y no pretende competir con obras reconocidas como la Historia de los árabes (1991) del británico de origen libanés Albert Hourani. El libro juega en otra liga, la que intenta acercar la historia universal a la mayor cantidad de lectores posible. Pagden, que se confiesa partidario del Estado secular, busca con la misma franqueza analizar y explicar la batalla entre los valores de la Ilustración y la religión.
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Una advertencia: para el autor, los países de Occidente y los de Oriente Próximo, como los griegos y los persas en la antigüedad, están avocados a una difícil coexistencia dado que el concepto de ciudadanía en ambos mundos es diametralmente opuesto. Esta entrevista, hecha a medias por correo electrónico y por teléfono entre Madrid y Los Ángeles, se produjo entre los días del brutal atentado contra una iglesia copta en Egipto y el asesinato del gobernador paquistaní de Punyab por su oposición a la ley de blasfemia impulsada por el islamismo radical.
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PREGUNTA. Dice en el prefacio que la idea le surgió después de que su esposa observara una foto de unos musulmanes iraníes rezando, que imagino reflejaba su sumisión a Dios. ¿Es esta clase de foto la que mejor representa el significado del islam?
RESPUESTA. Me temo que sí. La imagen era precisamente de sumisión. El argumento fundamental de mi libro no es, como algunos dan por sentado, un ataque al islam como tal, ni siquiera un ataque a la religión, aunque me disgustan profundamente las religiones monoteístas de cualquier tipo, ya sea musulmana, cristiana o judaica. El argumento era que lo que ha distinguido a "Occidente" de "Oriente" desde la Antigüedad hasta el primer tramo del siglo XX, es, en términos generales, una división entre esas sociedades donde la religión desempeña un papel reducido o nulo en la vida civil, donde la ley se concibe fundamentalmente como un objeto humano y, por tanto, está expuesta al cambio y la interpretación, y aquellas -el islam en particular- en las que no existe distinción alguna entre sociedad civil y religión y la ley se basa en los dictados de un dios. Puesto que el dios de todos los grandes monoteísmos solo ha hablado una vez a cada grupo -a Moisés, a Cristo o a Mahoma- y eso sucedió hace mucho tiempo, sus leyes son, en el mejor de los casos, extrañas y desfasadas. Lo que esa fotografía parece captar es esa obediencia que se espera que todos los musulmanes verdaderos muestren ante las palabras del dios como la base de toda vida humana, civil y religiosa. Por supuesto, es una visión monolítica de las realidades de la vida que se da en muchos estados musulmanes actuales, como digo en el último capítulo del libro, pero eso no era lo que me interesaba al principio. Lo que me interesaba era precisamente cómo había evolucionado una imagen particular de Oriente en la mente occidental desde la Antigüedad.
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P. ¿Cree que la idea del islam como un movimiento libertario más que como una religión podría seducir a los musulmanes más moderados para que se unan a la lucha contra Occidente?
R. Sí. Los indicios apuntan claramente a que muchos se han visto arrastrados al islam radical, al igual que los jóvenes furiosos y marginados de Europa se vieron atraídos en los años sesenta y setenta por el marxismo, no tanto por su contenido, sobre el que sabían muy poco, al igual que la mayoría de los yihadistas musulmanes parecen conocer muy poco sobre el islam, sino porque ofrecía un medio sencillo y violento para atacar a quienes consideraban por varias razones responsables de sus penurias. Gilles Keppel, el erudito islámico de origen francés, afirma con rotundidad que Al Qaeda se parece más a las Brigadas Rojas italianas o la Baader-Meinhof alemana que a una cruzada religiosa. Y, por supuesto, como ocurría con las Brigadas Rojas y la Baader Meinhof, los yihadistas islámicos son una minoría pequeña aunque muy peligrosa cuyas creencias no reflejan las de la mayoría de los musulmanes, ya sean moderados o de otra índole.
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P. ¿Debería Occidente dejar de intentar imponer la democracia liberal en Oriente?
R. En este momento, Occidente (es decir, Estados Unidos y unos pocos aliados reacios) solo intenta, al menos mediante una acción directa, imponer la "democracia liberal" en dos regiones de Oriente Próximo: Afganistán e Irak. En ninguno de esos tienen una mínima posibilidad de éxito. Los afganos derrotaron a británicos y soviéticos y sin duda derrotarán a los estadounidenses. Para mí, existe un fallo fundamental en el razonamiento que subyace tras gran parte de la política exterior estadounidense (y, por desgracia, incluso en la de su presidente Barack Obama): que mientras un país sea estable e interese a Estados Unidos, su forma de gobierno no constituye un problema. Aunque sea inestable, mientras se encuentre lejos de la costa estadounidense y no suponga una amenaza para sus intereses, puede ser acosado diplomáticamente, pero por lo demás se le deja en paz. No se ha producido una intervención estadounidense en Zimbabue y es poco probable que la haya en Costa de Marfil. Sin embargo, una vez que la inestabilidad de un Estado amenaza a Estados Unidos o sus aliados, la manera de lidiar con ello es "un cambio de régimen", instaurando la democracia por la fuerza, y una vez que se ha logrado (y esto generalmente significa, como ha ocurrido en Afganistán e Irak, unas elecciones amañadas) retirarse lo antes posible, dejando a menudo a varias empresas turbias como Halliburton para que cosechen los considerables beneficios que genera la "reconstrucción". En Afganistán esto está conduciendo a otro Vietnam; en Irak, probablemente se convierta en una guerra civil a gran escala, cuyos vencedores serán los chiíes, que luego formarán una teocracia como la de Irán. La suposición es que la democracia liberal es la forma predilecta de gobierno de todos los pueblos; que es, en la práctica, algo innato y que "imponerlo" solo significa eliminar los impedimentos que se han situado en su camino.
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Asimismo, lo que nunca ha llegado a entender Estados Unidos es que, en muchos lugares, unos comicios pueden provocar la elección de un gobierno que sea cualquier cosa menos liberal o demócrata. Países como Egipto y Argelia no celebran elecciones porque, como ha demostrado sobradamente el ejemplo argelino, los ganadores con toda probabilidad no serían demócratas laicos y moderados occidentales, sino algún grupo musulmán extremista. Pero el motivo principal de enojo para los musulmanes y, por tanto, el máximo atractivo del islam radical, es el Estado de Israel. Hablando claro, los musulmanes odian a Estados Unidos porque Estados Unidos -y, por extensión, todo el mundo occidental no musulmán- está considerado, equivocadamente, un amigo incondicional de Israel. Hasta que se ofrezca alguna solución a ese conflicto, los radicales musulmanes seguirán atacando lo que ellos perciben como Occidente. Creo que, por ejemplo, a quienes colocaron las bombas en Madrid y Londres no les importa en absoluto el destino de los palestinos. Pero la lucha entre Palestina e Israel es un pretexto para dar rienda suelta a sus frustraciones contenidas por sentirse pobres y marginados en una cultura que les es ajena.
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P. ¿Dónde están los límites de Oriente y Occidente? ¿Por dónde discurrirán las fronteras en el futuro? ¿Cómo podemos vivir juntos en un mundo globalizado y, al mismo tiempo, trazar una línea de respeto entre los Estados laicos y los religiosos?
R. En el libro intento explicar que la demarcación entre Oriente y Occidente, si bien siempre ha tenido una forma geográfica (no muy precisa) es, a efectos prácticos, fruto de la imaginación occidental. Así que mi respuesta es que no existe frontera. La verdadera lucha es la que se libra entre la forma de pensar de los grupos religiosos del tipo que sean -en este momento, los musulmanes son los más alarmantes y peligrosos, pero puede que existan otros en el futuro- y el pensamiento del Occidente liberal laico. Es muy posible trazar lo que usted denomina una "línea respetuosa" entre Estados laicos y religiosos. Estados Unidos está encantado de hacer negocios con Arabia Saudí, el país árabe más agresivamente fundamentalista. De hecho, George Bush, que también es un fundamentalista, sin duda tenía más en común con los saudíes que, por ejemplo, con Zapatero, el presidente español.
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La hostilidad de Estados Unidos hacia Irán, como ha reiterado Obama, y como Bush hizo antes que él, no tiene nada que ver con la división entre laicismo y religión, sino que obedece a la agresión abierta de Irán contra Israel y su aparente determinación de desarrollar armas nucleares. Ahora el problema es dónde y cómo trazar la línea en Londres, Madrid o París. Porque, aunque los Estados laicos y religiosos sean capaces de mantener unas relaciones respetuosas entre sí, los individuos dentro de ese mismo Estado no pueden. No pueden porque muchos musulmanes de Europa han insistido en que deberían tener derecho a hacerlo; afirman ser ciudadanos de España, pero también insisten, por ejemplo, en que tienen el derecho divino de decidir con quién debe casarse su hija, negarle una educación o, en los casos más extremos, matarla si al desafiarlos ha "deshonrado" supuestamente a su familia. En Occidente, la religión es una cuestión privada y no pública. Y el problema con el islam, a diferencia, por ejemplo, del hinduismo, el budismo o incluso el judaísmo, es que no reconoce que el Estado puramente laico tenga derecho a existir, y mucho menos dictar cómo deben vivir su vida los musulmanes.
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P. ¿La preponderancia de Occidente o la idea de que Occidente se impondrá como civilización universal está en declive?
R. Sí y no. Pero en realidad depende del significado que otorgue al término Occidente. Si equivale a un mundo basado en el Estado de derecho laico, en un Gobierno participativo en términos generales (aunque no una democracia liberal como nosotros la entendemos), en la creencia en el progreso tecnológico y la búsqueda de riqueza, todo apunta a que lo que ha dado en llamarse "Euroasia" sigue dominando y seguirá dominando el mundo durante un tiempo. Si, por el contrario, "civilización occidental" equivale a algo parecido a una democracia liberal que no es simplemente una sociedad laica gobernada por la ley, sino gobernada en gran medida por la mayoría de sus ciudadanos y regida por los intereses de estos; que sostiene que el Estado tiene la obligación de mantener a sus miembros más pobres; que ningún ciudadano debe morir porque no pueda permitirse una atención sanitaria adecuada; que debe existir igualdad entre sexos y las diversas razas de las que está compuesta la sociedad; que la religión, aunque nunca debe ser impuesta, ha de ser tolerada en todo momento, al igual que las preferencias sexuales, la libertad de expresión, etcétera, etcétera; si se refiere a eso, entonces, por desgracia, la idea de que esa civilización se impondrá fuera de Occidente fue abandonada hace mucho, pero cada vez se ve sometida a más ataques dentro del propio Occidente.
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P. Tras leer su libro, resulta difícil no recordar la teoría del choque de civilizaciones de Samuel Huntington. ¿Cree sinceramente que se impondrá el radicalismo porque la idea de moderación solo impera en el bando occidental?
R. No. Lo que yo he dicho es que para los musulmanes radicales, la moderación y la tolerancia -eso no conlleva la suposición de que cualquier forma de pensamiento o creencia sea acertada en ningún sentido, sino la voluntad de aceptar y vivir con quienes sabemos que están equivocados o engañados- son una virtud laica de Occidente, como también lo es para los fundamentalistas y literalistas de cualquier clase. Pero esto no significa que todos los musulmanes comulguen con esa idea. Y aunque lo hicieran, no están necesariamente obligados a hacer algo al respecto. Un radical que no ejerce su radicalismo no constituye una amenaza para nadie. Así que una alianza de civilizaciones es perfectamente posible.
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P. El fundamentalismo musulmán ha crecido en Oriente Próximo, pero el radicalismo cristiano también es un fenómeno creciente en Estados Unidos. ¿Cree que el auge del radicalismo cristiano, vinculado al ala más dura del Partido Republicano y con capacidad para influir en la política estadounidense, es una amenaza tan a tener en cuenta como el integrismo?
R. No. Más de la mitad de la población de Estados Unidos cree en algún tipo de dios y un número importante incluso afirma creer en ángeles y demonios. El país está inundado de sensibleras historias sobre el más allá, la intervención divina y cosas por el estilo. La mayoría de las personas que se tragan esas historias son pobres e ignorantes, pero un número alarmante no lo es. Los fundamentalistas cristianos ejercen una influencia política considerable sobre la derecha porque pueden proporcionar votos. Pero en su mayoría están obsesionados con cuestiones sexuales -sobre todo los derechos de los homosexuales y el aborto- y nunca han ejercido mucha influencia en alguna política real que no esté asociada con estos asuntos. La única excepción notable era la cuestión de la investigación con células madre. Pero la prohibición no sobrevivió a la desaparición de la administración de Bush.
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Aun así, el auge de la sinrazón, con independencia de la forma que adopte, desde luego es preocupante. Si en los 60, cuando yo era estudiante, alguien me hubiera dicho que apenas 40 años después la religión sería crucial de la política internacional y nacional lo habría tomado por loco. Así pues, ¿quién sabe qué horrores nos depara el futuro? El candidato más probable del Partido Republicano para las presidenciales de 2012 es un hombre que, si es fiel a las doctrinas fundamentales de su iglesia, no solo cree que existe un dios, sino que ese dios es un hombre que en su día vivió en otro planeta, que puedes bautizar a toda la humanidad, a todos los seres que han vivido alguna vez, con carácter retroactivo, que las ideas vienen dictadas por los sentimientos, que nadie debería leer nada que no haya sido autorizado por su iglesia, y así sucesivamente. [Pagden se refiere al mormón Mitt Romney].
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P. ¿Por qué decidió excluir del libro a China, Japón y en buena parte a India?
R. Mi historia se centra en el conflicto entre Occidente y Oriente, y cómo en términos generales se ha concebido desde la Antigüedad. China no ha participado en este. Hasta el siglo XVIII, lo que ahora se conoce como Extremo Oriente apenas existía en la imaginación europea. Es cierto que, para Montesquieu, China era el principal ejemplo de "despotismo oriental". Otros, como por ejemplo el filósofo alemán Leibniz, aunque creía que China estaba atrasada en el plano científico, la ensalzaban como un modelo de rectitud moral, superior a cualquier cosa que se encontrara en la Europa cristiana. Occidente no se enfrentó a China o ningún otro país de Extremo Oriente hasta las Guerras del Opio del siglo XIX, y estas fueron comerciales y no ideológicas. El caso de India es bastante más complejo. Sin embargo, aunque los británicos y franceses libraron guerras prolongadas en India y por supuesto Gran Bretaña llegó a dominar todo el continente, tampoco fueron guerras motivadas o mantenidas por un sentimiento profundo de antagonismo cultural. De hecho, como intento explicar en el libro, existió un poderoso movimiento de erudición -que ha continuado hasta nuestros días- que veía a India como el hogar de todos los pueblos indoeuropeos y, por tanto, como el origen de toda la civilización occidental, y consideraba la aldea india el único ejemplo superviviente de la polis griega original.

Anthony Robin Dermer Pagden is an author and distinguished professor of political science and history at the University of California, Los Angeles.
Teaches history and political science at UCLA.
He is the author of The Fall of Natural Man: The American Indian and the Origins of Comparative Ethnology (Cambridge University Press, 1987), The Uncertainties of Empire: Essays in Iberian and Ibero-American Intellectual History (Ashgate, 1994), European Encounters with the New World: From Renaissance to Romanticism (Yale University Press, 1994), and Peoples and Empires (Random House, 2001).
He is the editor of Facing Each Other:The World's Perception of Europe and Europe's Perception of the World (Ashgate, 2000) and The Idea of Europe: From Antiquity to the European Union (Cambridge University Press).