Marlene Dietrich, ángel del pop 

Además del cabaret, la gran actriz también visitó con clase otros géneros musicales

Manuel De La Fuente, Madrid
19.01.2011

Fue uno de los grandes mitos del Hollywood clásico, aunque nunca se sintiera del todo a su gusto al pie de las legendarias colinas californianas. Al fin y al cabo, había nacido alemana, y aunque con el tiempo logró el pasaporte norteamericano, aquel mundo de los estudios y los fiestorros no le llegó a conmover el corazón. Ella sí lo hizo, conmover los corazones de millones de aficionados al Séptimo Arte con sus interpretaciones, con su estilo, con su glamour, con su sofisticación y con su clase. 
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Cuando no estaba rodando, a Marlene Dietrich le gustaba dejarse caer por los cabarets en noches de humo y alcohol, nostalgias y penas, amores difusos y sensualidad. Weill, Bertolt Brecht, «Lili Marlen», por supuesto. No tenía la mejor voz del mundo, pero su estilo y su personalidad podían con todo. 
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Pero además, la Dietrich dejó para la historia unas cuantas grabaciones con clásicos del pop, incluso con clásicos de la canción protesta como «Where have all the flowers gone» (de Pete Seeger) o el «Blowin in the wind» («Die antwork weiss ganz allein der wind», en alemán) de Dylan.
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Hasta «El tamborilero» se encontró entre sus grabaciones. Vale la pena que el aficionado rebusque a la caza y captura de estas joyas del ángel azul. No se encontrará con gritos, ni con susurros, ni con los grititos de otra bestezuela adolescente en celo. Se encontará con una de las mejores y más carismáticas actrices de la Historia del Cine dándose el gustazo de cantar. Y nosotros dándonos el gustazo de escucharla.