Realmente barato -solo unos 17 euros-, está apoyado en el software libre y está totalmente equipado
Numerosos proyectos puestos en marcha por gobiernos y organizaciones han buscado la manera de poner al servicio de los estudiantes equipos informáticos que mejoren su rendimiento escolar y les preparen mejor para el futuro. Una fundación de Reino Unido cree haber dado con la clave: un ordenador diminuto y realmente barato, apoyado en el software libre.
David Braven, líder de la compañía de videojuegos Frontier Development que ha creado títulos como Kinectimals para Kinect-Xbox 360 y LostWinds para Wii, y su fundación Raspberry Pi han presentado su pequeña creación con la que espera poder llegar a los centros educativos de todo el mundo gracias a su manejabilidad y su precio.

En el otro, un puerto USB para conectarse a un hub de control. Y junto al chip, una ranura para la conexión de memorias SD, MMC o SDIO. Todo según la versión provisional.
Es aún más barato que el proyecto puesto en marcha por Indra que logró fabricar chips en India por unos 35 dólares. Hardware eficiente busca software gratuito
Para que este proyecto de la Fundación Raspberry Pi acabe por convertirse en algo realmente útil es necesario que aumente la cantidad de software especializado para la educación disponible para su plataforma.
El fin social de esta organización es, según cita textualmente su web, “fomentar el estudio de la informática y los temas relaciones, especialmente a nivel escolar, y devolver la diversión al estudio de la informática”. Por eso piden abiertamente la colaboración a los desarrolladores de programas que encajen con su proyecto.
Esta iniciativa es cuatro veces más barata que la de One Lapton per Children (OLPC), que ya ha llevado ordenadores portátiles de calidad mínima a niños de 7 países en América, África y Asia. La ventaja de OLPC es que se trata de un producto completo, con todo el hardware periférico incluido. Sin embargo, el proyecto Raspberry Pi es mucho más versátil y su precio puede optimizarse consiguiendo hardware adecuado, como pantallas y teclados donados por esa otra parte de la sociedad con recursos suficientes como para seguir el elevadísimo ritmo de la renovación y el desfase tecnológico
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