La rica heredera dispuesta
a todo por Julian Assange 

Con una fortuna familiar de más de 2.500 millones de euros, Jemina Khan se ha convertido en la portavoz de un «establishment antisistema» 

M. Bianchi, Madrid
15.12.2010 

«Es una gran noticia. Puedo oír a todos celebrando fuera», confesó ayer una emocionada Jemina Khan desde los juzgados de Westminster, pocos minutos después de que el juez Howard Riddle otorgara la libertad bajo fianza a Julian Assange. «Hurra, fianza concedida», escribió en su cuenta de Twitter, donde la siguen más de 31.100 personas (solo ayer ganó más de 1.000 adeptos). 

Jemina Khan en los juzgados de Westminster, pidiendo la libertad de Assange AFP







Acompañada por Bianca Jagger, Fatima Bhutto —sobrina de Benazir Bhutto— y la baronesa Helena Kennedy, entre otras damas de la sociedad inglesa, Khan se ha convertido en «noticia dentro de la noticia» desde que la semana pasada declarara que está dispuesta a «pagar la suma que sea necesaria» para ver al fundador de WikiLeaks fuera de la cárcel. Desde entonces, esta rica heredera de 36 años, activista, defensora de múltiples causas filantrópicas y periodista a tiempo parcial, es una pieza clave de esa élite liberal que apoya ciegamente la labor del portal de filtraciones. 

El domingo, Khan publicó una extensa carta en The Guardian, explicando las razones por las que defiende a quien, según los lectores de la revista Time, es el «hombre del año». «Incluso mi madre me ha preguntado por qué defiendo con tanta firmeza a un supuesto violador», comienza la misiva.
.
Según cuenta, el día del arresto de Assange, el pasado 7 de diciembre, envió un e-mail de apoyo al abogado Mark Stephens, el defensor del creador de WikiLeaks. Casi inmediatamente recibió una respuesta del letrado, quien le preguntó si estaba dispuesta a presentarse en la corte como «depositaria» de la fianza. «Estaba nerviosa por el inevitable circo mediático, pero sentí que era lo correcto para ayudar», explica esta experta en los circos que monta la prensa desde que sufriera la incesante persecución de los «paparazzi» durante sus tres años de noviazgo con el actor Hugh Grant. 
.
¿Pero qué lleva a una aristócrata mimada a ofrecer su dinero a un perfecto desconocido? «Estaba allí porque creo que esto se trata de censura e intimidación. El momento de estas acusaciones refritas es sumamente sospechoso, coincidiendo con las recientes revelaciones de WikiLeaks», responde en su carta abierta.
.
Y denuncia: «Hay rumores fiables de que este es un cargo de agarre mientras se prepara una acusación formal para su arresto y extradición a Estados Unidos». ¿Y qué opina sobre las acusaciones de violación? «Son el chiste por excelencia», dice. «Mientras no se pruebe lo contrario, Assange no ha hecho nada ilegal, y aún así permanece tras las rejas». 
.
Contra Pakistán y EE.UU.
Hija del difunto Sir James Goldsmith, uno de los banqueros más poderosas de Europa, y de Lady Annabel Vane-Tempest-Stewart -descendiente de un influyente clan unionista del Ulster-, Jemina estuvo casada durante una década con Imran Khan Niazi, el jugador de cricket paquistaní devenido en opositor político del ex presidente de ese país, Pervez Musharraf. Por él se convirtió al Islam cuando tenía 21 años, fe en la que es experta (cursó un máster en «tendencias modernas» de esa religión) y en la que educa a sus dos hijos.
.
Alguna vez incluso llegó a confesar que conserva el Khan para no tener un apellido diferente al de sus niños. «Tengo un interés personal en las revelaciones sobre Pakistán», agrega en la carta. «Destacan lo que muchos de nosotros temimos tanto: que, contra las afirmaciones de los lideres paquistaníes, Estados Unidos está totalmente instalado allí, con bases y fuerzas especiales, que han habido muertes de civiles que no se informaron, y que la guerra en Afganistán se está esparciendo en la frontera», remarca. En sus tiempos de periodista, entrevistó al general Musharraf para el periódico «The Independent» y cuando su marido fue encarcelado por éste, no dudó en hablar con grandes periodistas británicos como Sir David Frost para ejercer presión en Islamabad.
.
Desde las páginas del Guardian, Khan también arremetió contra Estados Unidos. «Por un lado, está orgulloso de su Primera Enmienda y de su largo compromiso con la libertad de expresión. Pero por el otro, está evaluando formas para tomar acciones legales contra Assange, que es de hecho el editor del primer medio sin fronteras en el mundo», djo esta heredera de una fortuna familiar estimada en 2.500 millones de euros.
.
En nombre de otras celebridades amigas - escritores, activistas, periodistas -, ella afirma que WikiLeaks es una nueva forma de periodismo de investigación, porque «las grandes historias siempre han comenzado con una filtración». Sin quererlo, Khan se ha convertido en la portavoz de un «establishment» antisistema.