ESTILOS

Los nómadas del movimiento

De las inspiraciones callejeras a las coreografías de aire tribal, una nueva generación de bailarines apuestan por el replanteamiento del arte coréutico

E. FERNÁNDEZ-SANTOS, Madrid
09.12.2010
Foto - Un momento del espectáculo de Andrea Miller y su compañía Gallim Dance

Son nómadas del movimiento, jóvenes coreógrafos y bailarines que recorren el mundo con sus nuevas propuestas para la danza moderna. Han empezado a crear sus espectáculos en el siglo XXI y -después de pasar por algunos de los escenarios del festival Madrid en Danza dentro del programa 2.0- han dejado algunas ideas para el futuro de la danza moderna. No salen a la calle con calentadores, pero en todos se intuye el porte de los que son dueños de su cuerpo.
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- La técnica Gaga
Andrea Miller (28 años) baila desde los cinco y se formó en la escuela Juilliard, de Nueva York. Con 18 años fundó su propia compañía, Gallim Dance. Abandera la técnica Gaga: improvisación, ritmos primitivos y elementos callejeros como el break dance y el street dance. "Es una manera más sofisticada de entender tu cuerpo. Lo que me interesa no es la tradición sino el movimiento". Para ella ningún medio de expresión artística es tan "generoso" como la danza. "No hay nada que no compartamos, es la más vulnerable de todas las artes", asegura.
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- De Viena a Madrid
Janet Novás es una gallega de aire vigoroso. "Mi espectáculo es un pequeño ritual en el que de la nada intentamos construir una emoción". Unos marcos vacíos sirven de única escenografía y de enlace con el público. Ha estudiado en Bruselas, Berlín y Viena. Ahora, le toca quedarse una temporada en Madrid. "Aquí el problema es que solo hay modas, pequeños triunfos. Está bien impulsar a los jóvenes pero lo importante es crear una estructura sólida".
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- La Buster Keaton rubia
Ambra Senatore dejó recientemente París para volver a Italia, un país que según ella necesita más que nunca a sus artistas más críticos. "Juego con la ficción teatral, quiero hacer retratos humanos. Me interesan mucho más las presencias en el escenario que sus movimientos". Senatore habla de acercamiento irónico, de distancia, de ética y estética. "En mis espectáculos hay un dilema político. El gesto frente a la sociedad". La coreógrafa tiene una melena rubia hasta la cadera y unos ojos saltones que dispara al hablar, en Turín alguien la comparó con Buster Keaton y a ella le gusta, claro. "Yo detestaba la danza clásica, bailé cada día desde los 5 a los 18 años. No acababa de ser yo. Cuando descubrí la danza moderna todo cambió".

- Improvisación coreana
Sun A. Lee habla de "sentimiento e instinto, como un animal" con una parquedad que casi violenta. Su Performing dream dura 11 minutos, y con ella viaja por el mundo. Es de hace siete años y requiere "mucha energía en el cuerpo". La misma que su concentrada mirada. Lee viaja con la troupe de Proyect, una compañía de compañías (11 en total) que -del folclore a la danza moderna- une sus fuerzas para mostrar por el mundo lo que se hace ahora mismo en Corea de Sur. En Madrid presentaron cuatro coreografías mostrando las formas distorsionadas de sus bellos cuerpos y esa capacidad oriental para que lo más primitivo resulte siempre lo más moderno.


Algunos de los bailarines y coreógrafos que han pasado por Madrid. A la derecha y de delante hacia atrás, los coreanos Yun Jung Lee, Young Cool Park, Lee Sy Hwang, Chung Woo Choi, Seong Hun Han, Jin Han Choi y Sun A. Lee. A la izquierda, la gallega Janet Novás (de pie sobre la silla), la italiana Ambra Senatore (tumbada) y el bailarín de su compañía Tommaso Monza.- CARLOS ROSILLO