LA CUNA DE SHAKESPEARE
REABRE SU GRAN TEATRO

Después de tres años de remodelación, el Royal Shakespeare Theatre estrena un impresionante edificio en un idílico enclave al borde del río Avon

Emili J. Blasco, Londres
25.11.2010

La cuna de William Shakespeare vuelve a celebrar los dramas y las comedias del bardo con la reapertura del Royal Shakespeare Theatre después de tres años de remodelación. Mejor acústica, aforo más próximo al escenario y una alta torre con vistas a todo Stratford-upon-Avon (se divisa la casa en la que nació y vivió el dramaturgo y la iglesia en la que fue enterrado) son los elementos más destacados del nuevo complejo, que engloba tanto la sala principal como el más reducido auditorio de The Swan.
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En ese idílico enclave al borde del río Avon, junto a calles de casas de estilo Tudor, con travesaños de madera en sus fachadas, ha habido un teatro desde 1769. En 1932 se levantó una gran construcción, donde creció y se desarrolló la afamada Royal Shakespeare Company. Demolido lo que había envejecido en exceso y rescatados los valiosos elementos art-déco, como la puerta de entrada y la ventanilla para la venta de entradas, el nuevo teatro asegura un nuevo salto en la proyección de la RSC, que cumple 50 años de historia. La puesta de largo de una modernización que ha costado 112,8 millones de euros (unos 140 millones de euros) está corriendo a cargo de un 'Macbeth' dirigido por Michael Boyd, director artístico de la compañía.
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Con la instalación del escenario más en el medio y la reorganización de los asientos (1.050 plazas, tras eliminar 350 que antes tenían visión reducida), ahora la butaca más alejada está a menos de 15 metros de los actores, cuyos susurros son perceptibles. Un atrio acristalado que da al reurbanizado parque frontal, un corredor-mirador en toda la planta superior y una torre de ocho pisos que corona el complejo, aportan además un entrenimiento visual que completa cualquier apacible visita a Stratford-upon-Avon.
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Quien acuda a esta pequeña población, entre Oxford y Birmingham, hará bien en entrar en la casa en la que Shakespeare nació en 1564. Las dudas sobre las que de vez en cuando se teoriza en relación a la autoría de sus obras (nombre colectivo o tapadera de alguna otra pluma) no afectan en realidad a los principales fechas de su vida. El bardo (palabra en desuso que significa poeta y que sólo aparece cuando se habla de Shakespeare) dejó Londres en 1610 para instlarse de nuevo junto al Avon, donde murió en 1616.
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A quien Stratford-upon-Avon le quede a desmano, que no se pierda en verano una representación de obras de Shakespeare en The Globe, el teatro que reproduce el que tenía el actor-dramaturgo en Londres.
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