LIBROS

Contra la dispersión de Kafka 

Instituciones alemanas lanzan una campaña contra la diáspora del legado epistolar del gran escritor praguense

Ramiro Villapadierna, Berlin
15.02.2011

Un sobrino nieto ha dado la orden de subasta y 111 cartas del autor de «El castillo» pueden pasar a manos desconocidas si procede su venta. Pero contra una dispersión del legado epistolar de Franz Kafka (1883-1924) se han alzado una serie de instituciones alemanas, que consideran su correspondencia tan importante como «La metamorfosis».

La Academia Alemana de la Lengua y Poesía, el Instituto Goethe y la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano han hecho pública una carta, de consuno con otras entidades culturales, en la que piden que la colección epistolar del mayor escritor praguense no se disperse, permanezca abierta al acceso público y no quede fuera del alcance para los investigadores.

La subasta de más de un centenar de cartas de uno de los mayores escritores del siglo XX, fallecido apenas con 37 años, está prevista para el próximo 19 de abril en Berlín. Pero el epistolario, incluyendo sus disquisiciones amorosas Milena y Felice, así como la correspondencia con su padre, formarían parte tan valiosa, según los expertos, del legado literario del autor como sus famosos relatos breves o novelas fundamentales como «El proceso».

Según uno de sus acreditados biógrafos, Klaus Wagenbach, las cartas forman parte de la correspondencia remitida por Franz a su hermana pequeña, Ottilie, una de las personas a las que Kafka se sintió siempre más cercano y con quien no mantenía secretos, asegura Wagenbach. Las cartas estuvieron en poder de Vera y Helene, hijas de Ottilie, durante décadas, pero en 1970 las entregaron en calidad de préstamo a la Biblioteca de la Universidad de Oxford. Ahora un nieto de Ottilie las ha entregado a la casa de subastas J.A. Stargardt para dar curso a su subasta. El precio de su cotización es de al menos medio millón de euros. 

Las instituciones alemanas muestran su rechazo y advierten sobre el riesgo de que se desperdigue el legado de Kafka y piden a su vez apoyo financiero para el Archivo Literario Alemán de Marbach, a fin de que pudiera pujar en la subasta y hacerse con las cartas. 

El Archivo de Marbach está buscando financiación para poder pujar por las 45 cartas, 32 tarjetas y 34 postales ilustradas. La institución posee el mayor legado original de Kafka después de la Universidad de Oxford y una portavoz ha señalado a la Prensa que «poseemos una gran esperanza de poder recibir el apoyo necesario» a tiempo.

Las relaciones del joven Kafka con sus hermanos —de los que era el mayor— influyeron singularmente en la conformación de su personalidad, especialmente por los celos hacia el nacimiento de Georg y Heinrich y el sentimiento de culpabilidad por su pronto fallecimiento. Sus tres hermanas, Gabriele, Valerie y Ottilie fallecieron a resultas del Holocausto contra los judíos. Como muchos praguenses de su época, Kafka —apellido que puede provenir del checo para grajo (kavka)— hablaba checo y alemán desde la infancia por ser las lenguas de sus padres respectivamente y posteriormente aprendió francés, pero su lengua de cultura y escritura fue el alemán. 

Kafka nació en Praga en 1883 y recibió su nombre en honor del emperador austrohúngaro Francisco José; era miembro de una familia hebrea de extracción rural de Bohemia del sur. Dos años antes de su nacimiento, el padre se había establecido en la capital, en busca de un mejor futuro, mientras su madre, hija de un cervecero de posibles y mayor nivel cultural, quedó siempre anulada por el esforzado autoritarismo del padre para triunfar en la vida que tanto marcó al joven Franz.