CULTURA
Los «rastros» de LSD en el asesinato del presidente John F. Kennedy 

¿Mató el «ácido» a JFK? El famoso guionista americano Tim Kring juega con esa hipótesis en su primera novela

Martin Bianchi, Madrid
22/02/2011
Espionaje, conspiración y laboratorios secretos. En el apogeo de la Guerra Fría —más precisamente, desde 1953 hasta mediados de la década de los setenta—, la CIA llevó adelante un programa «top-secret» de investigación bajo el enigmático nombre «MK Ultra». Su objetivo, encontrar un método para controlar la mente de los enemigos soviéticos que también dirigían un programa similar. Durante 20 años, más de 100.000 estadounidenses —prisioneros, soldados, enfermos— fueron víctimas involuntarias de esos ensayos científicos con radiación y drogas duras (barbitúricos, LSD, anfetaminas). En 1974, el periódico «The New York Times» destapó la trama y sacudió los cimientos de la Casa Blanca. El vicepresidente de la administración Ford, Nelson Rockefeller, lideró una comisión especial que puso fin a los experimentos.

Casi cuarenta años después, los suculentos detalles de «MK Ultra» parecen extraídos de un guión de Hollywood. Quizá precisamente por ello el guionista y productor de televisión Tim Kring escogió ese capítulo negro de la historia de Estados Unidos como catalizador para su primera novela, titulada «Sólo para tus ojos» y que acaba de ser editada en España por Ediciones B. Kring es el creador de las famosas series de televisión «Héroes» y «Crossing Jordan» y todo un experto en formular historias conspirativas, aunque confiesa que no cree en ellas. «Pero son un recurso muy útil para la ficción. Si crees en la conspiración, terminas viendo todo lo que te ocurre como parte de ella», explica a ABC desde su casa en Los Ángeles.

Historia de la psicodelia
En «Sólo para tus ojos», co-escrita con Dale Peck (finalista en 2009 del premio literario Stonewall Book Award), Kring relata la vida de Chandler Forrester, un profesor universitario que obtiene poderes telepáticos tras ser abducido por la CIA y contaminado con una sobredosis de ácido lisérgico, mejor conocido como LSD. El baño de «ácido» convertirá a Forrester en un superhéroe capaz de plegar voluntades. A partir de allí, comienza una frenética persecución que tiene como trasfondo impedir el asesinato de John Fitzgerald Kennedy. Lee Harvey Oswald, autor de los disparos que terminaron con la vida del presidente estadounidense, vivió tres años en la Unión Soviética. ¿Y si detrás de las balas estaba el LSD?

«Quería hacer un thriller histórico contando una versión alternativa de la historia real sobre la muerte de JFK. Y por accidente me encontré con el programa “MK Ultra” de la CIA», dice Kring. Así es como comenzó a estudiar las ramificaciones del «ácido» en la cultura americana: el «flower power», los hippies y la larga lista de estrellas del cine que coquetearon con esa droga en la década de 1950 (Esther Williams, Cary Grant, Betsy Drake...). «Hay indicios de que las investigaciones de Timothy Leary con las drogas psicodélicas eran financiadas por la CIA. Leary creía que el LSD podía despertar poderes ocultos de la mente, como la telepatía y la animación suspendida», explica el autor.

Jasper John
Lo cierto es que el debate sobre el ácido lisérgico está más vivo que nunca en el seno de la comunidad científica, especialmente desde que la FDA (la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) levantó en 2009 la histórica prohibición que pesaba sobre el uso de esta droga semisintética para investigaciones clínicas. En los últimos años, la FDA ha aprobado el uso experimental de la ketamina, la mescalina y el DMT para estudios con fines terapéuticos. El LSD fue la última de las llamadas drogas «psicodélicas» en ser readmitida. «Es una sustancia que continúa generando fascinación en los americanos, claramente todavía está presente en nuestro inconsciente colectivo. Su historia es polémica, pero su potencial médico aún está por descubrirse», dice Kring.

Tras leer «Sólo para tus ojos», es inevitable vincular su argumento con los condimentos que hicieron de «Héroes» la serie de más éxito en Estados Unidos en 2006, con una audiencia de 16 millones de espectadores y dos nominaciones a los Globos de Oro. «Me ofrecieron escribir un libro porque mi nombre estaba asociado a “Héroes”, de modo que quise hacer un guiño a los fans», reconoce Kring. De ahí que haya echado mano del recurso de los «superpoderes». «Todos queremos descubrir que tenemos un potencial oculto. Para mí lo más interesante es cómo lidia el personaje con su vida una vez que descubre que tiene poderes, allí está el drama», dice. Ciertamente, la fuerza de los relatos de Kring no yace en los elementos de ciencia ficción, sino en la tensión que sufren sus personajes arrojados a una doble vida.

Puerta a una trilogía
«Sólo para tus ojos» ha sido concebida como parte de una trilogía. El asesinato de Kennedy es el puntapié de un macro-relato de conspiración e intrigas que completarán otros dos libros, que girarán alrededor del caso Watergate y la dimisión del presidente Richard Nixon y los atentados del 11-S en 2001. «Estos eventos son puntos de inflexión, no solo en la cultura americana sino también en nuestra conciencia. Cambiaron la forma en que nos veíamos y en cómo veíamos al mundo», dice Kring, que además está preparando una nueva serie de televisión que se titulará «Touch».

Como es de esperarse en un animal televisivo como Kring, su novela es fílmica, con capítulos cortos, formulados casi como escenas de un guión. «Digamos que cuando la estaba escribiendo ya estaba pensando en imágenes, y ahora estoy trabajando en su adaptación para el cine —anticipa— Estoy convencido de que todas las historias pueden vivir en múltiples soportes narrativos». De lo que no está tan convencido es de eso de no creer en las conspiraciones. «Bueno, hay muchas cosas que están haciendo los gobiernos y que no sabemos, WikiLeaks lo prueba», confiesa.

Tim Kring no es un novelista convencional. De hecho, no era novelista hasta «Sólo para tus ojos», aunque lleve décadas escribiendo guiones para series y películas («El coche fantástico», «Teen Wolf II», «Héroes»). Quizá por eso no tiene tabúes a la hora de decir que «las historias pueden vivir en múltiples soportes narrativos». Desde 2009, Kring mantiene una alianza estratégica con Nokia para crear contenidos para Ovi Store —el canal global de distribución de medios audiovisuales de la empresa de telefonía móvil. Él es uno de los pocos escritores que cree que la «narración multiplataforma» es el futuro en un mundo en el que Amazon vende más e-books que papel. De su novela, ya está disponible en internet un capítulo inédito que originalmente iba a abrir la historia. «Está disponible para móviles. Se baja la aplicación y se puede leer el capítulo con contenidos interactivos, o sea, presionas ciertas palabras y te direcciona a sitios web», explica.