Un profesor de Harvard, nuevo líder politico del exilio tibetano
Lobsang Sangay se ha impuesto con el 55% de los votos en las elecciones a primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio. El Dalai Lama seguirá siendo el líder religioso


Jaime León, Nova Delhi

El profesor de Derecho de Harvard Lobsang Sangay ( foto ) es el hombre elegido para enfrentarse a la difícil misión de sustituir al Dalai Lama como líder político del exilio tibetano en Dharamsala, en el norte de la India. A sus 42 años, Sangay se ha impuesto con el 55% de los votos en las elecciones para primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio celebradas el pasado 20 de marzo. Su victoria en las elecciones es, probablemente, la parte más fácil del intrincado camino que tiene por delante.

El Dalai Lama puso fin el pasado mes a una tradición teocrática de 369 años. El líder político y religioso anunció que abandonada el poder terrenal que ostentaba desde los 15 años, cuando las tropas chinas entraron en Tíbet en 1950. Exigió a su pueblo la desaparición definitiva entre política y religión ante la posibilidad de la existencia de dos Dalai Lama, uno elegido por Pekín y otro por el exilio, tras su muerte.

Hasta ahora el Dalai Lama, de 75 años, ocupaba la Jefatura de Estado del Gobierno tibetano en el exilio con amplios poderes sobre el Gobierno. La figura del primer ministro, elegido democráticamente desde 2001, era casi simbólica. Mientras el Dalai Lama continuará ejerciendo de líder religioso, Sangay recoge el testigo político.

Pekín calificado a Sangay de terrorista

Una ardua tarea. El Gobierno tibetano en el exilio no está reconocido por ningún país. Si el Dalai Lama es recibido por líderes políticos en todo el mundo, es poco probable que Sangay disfrute del mismo privilegio. Más aún en las conversaciones entre el exilio y China: el régimen de Pekín sólo reconoce como interlocutor al Dalai Lama y no al Gobierno en el exilio. Pekín ya ha calificado a Sangay de terrorista. Y la juventud tibetana se impacienta ante la falta de progreso.

Sangay nació en el asentamiento tibetano de Darjeeling, en el norte de la India. Nunca ha pisado Tíbet. Su padre se exilió a la India en 1959, el mismo año que el Dalai Lama. De origen humilde, en 1995 obtuvo una beca Fulbright para estudiar en la Escuela de Derecho de Harvard.

En su época de estudiante en la India fue presidente del Congreso de la Juventud Tibetana, quizás la organización en el exilio más radical que pide la independencia total del Tíbet y rechaza la vía intermedia propuesta por el Dalai Lama, es decir, autonomía real dentro de China. En los últimos tiempos ha moderado su discurso y ha organizado encuentros entre académicos chinos y tibetanos en Estados Unidos.

Pero el mayor reto de Sangay será mantener con vida la causa tibetana en la arena internacional mientras el Dalai Lama, el mejor representante de esta lucha, se retira de la luz pública.

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