GENOCÍDIO

EUA honrará as vitimas de Hiroshima

Por ABC
04.08.2010

Pela primeira vez, uma autoridade norte-americana participará das comemorações do 65 aniversário da trajédia


No irá Obama, pero sí será la primera vez que un representante de Estados Unidos honre a las víctimas de la bomba atómica de Hiroshima.
El embajador estadounidense en Japón, John Roos, depositará este viernes una ofrenda floral en el Monumento a la Paz de dicha ciudad en la ceremonia que conmemorará el 65 aniversario del bombardeo.

A las ocho y cuarto del 6 de agosto de 1945, el B-29 Enola Gay arrojó sobre Hiroshima una bomba de uranio de cuatro toneladas que, con el macabro apodo de «Little boy» («Muchachito»), no sólo precipitó el final de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, sino que cambió el curso de la Historia.

Como nunca se había visto antes, la explosión provocó una enorme bola de fuego que hizo subir la temperatura un millón de grados centígrados, incendió el aire, eclipsó al sol, destruyó edificios enteros, derritió la tierra, desintegró de inmediato a 140.000 personas en un radio de más de un kilómetro y al cabo de los años mató a cientos de miles más a causa de todo tipo tumores y enfermedades.

«El arsenal mundial suma 150.000 bombas nucleares como la de Hiroshima»
Un tenebroso hongo radiactivo entre negro y violáceo se elevó más de 800 metros en el cielo y luego las nubes descargaron la ácida «lluvia negra». Tres días después, otra bomba, «Fat man» («El Gordo»), desataba el mismo infierno en Nagasaki, donde perecieron 70.000 personas.
Desde entonces, ambas ciudades son el símbolo del horror nuclear que aterrorizó al planeta durante la Guerra Fría y que aún hoy lo mantiene acongojado ante la posibilidad de que algún grupo terrorista se haga con una bomba atómica, desarrollada ya por países tan poco fiables como Corea del Norte o Pakistán.

Hacia el desarme total
Por eso, el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, que tenía sólo tres años cuando estalló la bomba, lidera una liga de Ciudades por la Paz que reúne a más de 4 mil municipios de 144 países, y reclama un mundo sin armas nucleares en 2020. Por su encomiable labor contra la proliferación atómica y el reconocimiento de los supervivientes («hibakusha»), acaba de ser galardonado en Filipinas con el premio Magsaysay, considerado el Nobel de Asia.

Su objetivo lo comparte el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un firme defensor de la desnuclearización que ganó el Nobel de la Paz el año pasado y ha acordado con Rusia una considerable reducción de sus respectivos arsenales atómicos.

Pero ambas potencias aún siguen conservando 22.000 cabezas nucleares. Unidas al millar que, en total, poseen Francia, Reino Unido, China, India, Pakistán e Israel, suman 150.000 bombas como la de Hiroshima.

Para recordárselo, el alcalde de esta ciudad había invitado a Obama a los actos del 65 aniversario. Aunque Obama enviará en su lugar a su embajador, el primer edil confía en que visite Hiroshima aprovechando la cumbre de los países de Asia-Pacífico que se celebrará en octubre en Japón.

Por primera vez también, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acudirá a la ceremonia para «llamar la atención sobre la urgente necesidad de lograr el desarme nuclear global».
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Morre o único homem que sobreviveu a Hiroshima

Por ABC
04.08.2010

Tsutomu Yamaguchi, la única persona reconocida oficialmente como superviviente de las dos bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial, ha muerto a los 93 años.


Yamaguchi se hallaba en Hiroshima durante un viaje de negocios para su empresa de construcción naval, cuando el 6 de agosto de 1945, un B-29 estadounidense dejó caer una bomba atómica sobre la ciudad por que le causó graves quemaduras de cintura para arriba y pasó la noche en la ciudad.

Tres días después regresó a Nagasaki, su ciudad natal, a unos 300 kilómetros al suroeste de Hiroshima, donde sufrió el segundo ataque atómico de EE.UU.
El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, ha declarado que «se ha perdido un queridísimo narrador» en un mensaje publicado en el sitio web de la ciudad.

Yamaguchi murió el lunes por la mañana a causa de un cáncer de estómago, según informaron los diarios de tirada masiva «Asahi» y «Yomiuri».

Yamaguchi era la única persona que contaba con un certificado expedido por el gobierno japonés por haber estado presente en ambas ciudades cuando fueron atacadas, si bien otros dos supervivientes también fueron identificados.

«Mi doble exposición a la radiación es ahora un registro oficial del gobierno. Puede contársele a la generación más joven la horrible historia de la bomba atómica, incluso después de que muera», declaró Yamaguchi, al diario «Mainichi» el año pasado.

Escritor de libros y canciones - En sus últimos años, Yamaguchi dio charlas sobre su experiencia como superviviente de la bomba atómica y, a menudo, expresó su esperanza de que esas armas serían abolidas. Habló en las Naciones Unidas en 2006, escribió libros y canciones sobre sus experiencias, y apareció en un documental sobre los supervivientes de ambos ataques.

El mes pasado recibió la visita en el hospital del cineasta James Cameron, director de «Titanic» y «Avatar», que está considerando hacer una película sobre los bombardeos, según el diario «Mainichi».

Inmediatamente después de la guerra, Yamaguchi trabajó como traductor para las fuerzas estadounidenses en Nagasaki y más tarde como profesor de una escuela secundaria.

Japón es el único país que ha sufrido ataques con bombas atómicas. Alrededor de 140.000 personas murieron en Hiroshima y 70.000 en Nagasaki. Yamaguchi es una de las cerca de 260.000 personas que sobrevivieron a los ataques (conocidas en Japón como «hibakusha»).

Algunos supervivientes de las bombas desarrollaron diversas enfermedades por su exposición a la radiación, incluyendo cáncer y enfermedades del hígado.

La certificación como superviviente de la bomba atómica en Japón autoriza a las personas para una compensación del gobierno, incluyendo subsidios mensuales, chequeos médicos gratuitos y gastos funerarios.
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