Breve semblanza del Comandante Che Guevara
en el 50 Aniversario de la Revolución Cubana
19.06.2010

Por Miguel Manzanera *

Tres clases de críticas que se suelen hacer a nuestro personaje: en primer lugar, el Che Guevara se equivocó en sus planteamientos sociales y en su idea de la justicia, que han sido refutados por la historia reciente; en segundo lugar, el talante heroico de su personalidad está trasnochado y no se puede proponer como modelo para nadie; en tercer lugar, su figura histórica ha sido manipulada al elevarse hasta la categoría de mito por intereses políticos…
Miguel Manzanera Salavert. Revista África, Asia y América Latina Nº especial 50.

Uno de los hechos más importantes del último periodo histórico, durante el cambio de siglo XX al XXI, ha sido la pervivencia de la orientación socialista de la República de Cuba, en medio de las contradicciones y las paradojas ocasionadas por el fin del Bloque del Este y cuando ya los augures del Imperio vaticinaban que el ‘régimen de Castro’ estaba abocado a la desaparición.

Desmintiendo esas predicciones equivocadas, la nación cubana se convierte cada día más en el espejo moral y político de lo que será la humanidad futura, el socialismo fundado en los ideales de una existencia más plena para todos.

Hoy la República de Cuba nos llena de orgullo y esperanza, al celebrar el 50 aniversario de la Revolución que la hizo posible.

La dimensión histórica de la gesta heroica del pueblo cubano empieza a tomar sus verdaderas proporciones en esta primera década del siglo XXI, cuando América Latina despierta de la pesadilla en la que se hundió con las dictaduras de los años 70, y después con las políticas neoliberales que condujeron hacia el desastre económico de los años 80.

La salida de ese mal sueño conduce a las naciones latinoamericanas a tomar con naturalidad el modelo cubano como punto de referencia para su desarrollo, teniendo en cuenta especialmente lo que se refiere a sus logros en educación y sanidad, pero también en justicia social y en seguridad ciudadana.

Más allá del enorme problema de los huracanes cada vez más frecuentes por efecto del cambio climático, en la isla se desarrolla la vida sencilla y alegre, sin preocupaciones acuciantes por sobrevivir, mientras los médicos y los maestros cubanos son la vanguardia de una revolución que no se libra con las armas en la mano, como aquella otra que ahora conmemoramos, sino con el conocimiento puesto al servicio de la emancipación humana.

Y eso sucede cuando la crisis financiera global del neoliberalismo, atascando el corazón del vampiro en Wall Street y la City londinense, es un síntoma más de la inutilidad del modo de producción mercantil para organizar las relaciones sociales, dentro de un sistema social que sea a la vez avanzado y consistente.

Las profundas contradicciones de la vida social en el capitalismo se manifiestan a cada paso de la historia. La ineficacia de ese sistema tiene un trasfondo más que evidente en el agotamiento ecológico del planeta Tierra a causa de la sobrexplotación capitalista de los recursos naturales, para satisfacer el despilfarro de los países que llaman ‘desarrollados’ y que sería mejor calificar como ‘depredadores suicidas’.

Pero la magnitud del ejemplo cubano, como alternativa a ese sistema dominante, desequilibrado e injusto, sólo saldrá plenamente a la luz a lo largo del siglo XXI, cuando ante el ocaso de la civilización industrial capitalista se revaloricen las experiencias del socialismo como la posibilidad de un futuro viable para la humanidad.

Así se va demostrando la razón histórica de la Revolución que triunfó
en aquel mes de enero de 1959; la razón a la que apelaba Fidel Castro en su discurso de defensa frente a los tribunales que le juzgaban por delito de sedición tras el fracaso del asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba.

Esa razón histórica llevó a los hombres y mujeres que participaron en aquella empresa, arriesgando la vida que muchos perdieron, en el afán de libertar Cuba y a la humanidad de sus enormes lacras, incontables servidumbres. Con la voluntad de vencer en pos de la razón encarnada por aquella vanguardia armada, el más memorable entre aquellos combatientes por su decisión, sinceridad y arrojo, destaca la figura de Ernesto ‘Che’ Guevara.
. . .
En el mes de octubre del año 2007 celebramos también el cuarenta aniversario de la muerte del Che Guevara. Figura controvertida, adorada por unos y vilipendiada por otros, marca un hito en la historia del siglo XX.

Hace ya años que Fernando Savater escribió en El País un artículo criticando su figura histórica y este año una editorial del mismo periódico ha levantado una ola de airadas protestas, al hacer una descalificación llena de insultos hacia el personaje. La alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre, también se atrevió a decir en noviembre de 2008 que el Che era un canalla.

Pero la mayor parte de esos argumentos son meros insultos ad hominem, que carecen de valor demostrativo, aunque lo utilice el editorialista del periódico con mayor tirada en nuestro país. Esto no significa que no se pueda hacer una crítica, sino que la crítica ha de hacerse por buenas razones. Y ninguna de las que esgrime los voceros del imperio y los ideólogos del sistema tiene peso ni realidad suficiente.

Tres clases de críticas que se suelen hacer a nuestro personaje: en primer lugar, el Che Guevara se equivocó en sus planteamientos sociales y en su idea de la justicia, que han sido refutados por la historia reciente; en segundo lugar, el talante heroico de su personalidad está trasnochado y no se puede proponer como modelo para nadie; en tercer lugar, su figura histórica ha sido manipulada al elevarse hasta la categoría de mito por intereses políticos.

Esas críticas son la expresión de una época, en la que se querido hacer incuestionable el poder de las empresas capitalistas y los Estados que les sirven.

En primer lugar, hoy en día se afirma que no hay más justicia social que la que produce el mercado. Por eso todo intento de lograr la justicia por otras vías, políticas y sociales, es equivocado. Sin embargo, a la vista de todos está que ese argumento es un sofisma sin base empírica, que se hace pasar por ciencia positiva.

Vivimos en un mundo regido por la economía de mercado, en donde ‘clama al cielo’ la miseria de millones de personas. Es decir, el mercado no produce justicia social, pues aunque crea riqueza para algunos, también genera miseria para muchos. Y en todo caso el mercado crea riqueza porque incrementa la explotación de la tierra y de los trabajadores.
Esa era la convicción del Che Guevara.

En segundo lugar, además, la cultura posmoderna niega cualquier forma apasionada de aspirar a los ideales, afirmando que éstos no se pueden alcanzar y que producen un daño irreparable a la historia humana. Por eso se desprecia el talante heroico del guerrillero latinoamericano.

Nuestra época es escéptica y descreída, entre otras cosas porque de ese modo es más fácil de aceptar la injusticia dominante. Pero esa falta de interés por los ideales sólo contribuye a que la injusticia se haga más fuerte y extendida.

Es muy posible que la humanidad nunca alcance un estado de justicia perfecto, pero aspirar a la justicia es imprescindible para evitar que caigamos en una situación de completo desorden. Y éste es el mérito del Che, y dicho de paso de la República de Cuba.

Finalmente, la manipulación de la opinión pública -a través de la mal llamada ‘publicidad’, que no es sino propaganda de la peor especie-, es un mecanismo imprescindible para el funcionamiento del mercado actual; por eso los defensores del mercado afirman la manipulación universal de todas las conciencias.

En esos momentos el escepticismo se convierte en cinismo y la crítica en ideología. Nada hay más sano que el escepticismo cuando es un camino de búsqueda de la verdad. Pero no se debe confundir esa búsqueda con la negativa a reconocer los compromisos sociales en los que vivimos, negativa que tiene el objetivo de aprovecharse del prójimo.

Que el Che Guevara aceptó sus compromisos y no quiso aprovecharse de nadie, lo demostró con su vida ejemplar y heroica. Y que la veneración de su imagen no es manipuladora, se muestra en la tensión moral que despierta entre las gentes que admiran su obra.
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En definitiva la ideología dominante pretende perpetuar la sociedad actual, justificando la imposibilidad de cambiarla por otra mejor. Y sin duda es ésta la mejor forma de sociedad para muchas personas; pero también es la peor para muchísimas más.

No sólo porque en el mundo actual hay miles de millones personas que viven en la pobreza, sino también porque las generaciones venideras recibirán un mundo destruido por la contaminación y agotado en sus riquezas, a lo que parece tal y como va la humanidad actual.

Por eso, quizás nuestra sociedad no sea tan buena como dicen los afortunados que pueden satisfacer todos sus caprichos en el mercado; incluidos los más pervertidos y los más banales. Claro que eso no se puede decir en la prensa occidental, que es profundamente conservadora en su mayoría.

Del mismo modo que se ataca la figura del Che Guevara, se desarrolla una campaña de propaganda contra el Estado cubano, acusado de totalitario. Algunos hechos parecen avalar esa tesis. Pero si se profundiza un poco, los argumentos se caen por hipócritas.

La República de Cuba está en la Comisión de Derechos Humanos de la O.N.U., mientras que los EE.UU. han sido condenados repetidas por la violación sistemática de los Derechos Humanos. La República de Cuba envía médicos y educadores a los países necesitados, mientras que los EE.UU. envían ejércitos públicos y privados para asesinar a sus ciudadanos.

La diferencia consiste en que los cubanos tienen ideales pero los norteamericanos tienen dinero. ¿Qué hace más daño el dinero o los ideales? Quizás el que tenga ideales sufrirá más que el que tenga dinero, aunque los ricos también lloran. Pero también es cierto que el idealista hará sufrir menos a los otros que el rico, pues éste al apropiarse de los bienes terrenales priva a los otros de ellos. El rico necesita la violencia para defender su riqueza.

De modo que la moral es rechazada hoy en día porque hace sufrir a las personas, pues les impone privaciones y la represión de sus caprichos y deseos arbitrarios; pero es necesaria para la vida social sin conflictos graves.

Lo que no nos suelen contar los periódicos liberales como El País, es el precio que tienen que pagar los pueblos y las naciones para poder gozar de la Paz Imperial que les ofrece Occidente; ni cuáles son los motivos y razones de tantas rebeldías y oposiciones, que aparecen por todas partes y latitudes en contra de ese Imperio apoyado en las armas de la OTAN.

Nunca se dice en esa prensa que los EE.UU. apoyan el terrorismo de los llamados ‘disidentes cubanos’, para intentar acabar con la Revolución Cubana.

Pero la República de Cuba no es más totalitaria que el Estado español, y lo es mucho menos que los EE.UU. Pues si en Cuba se encarcelan disidentes, lo mismo se hace aquí con los miembros de Batasuna, y por los mismos motivos: Cuba lleva soportando un acoso terrorista apoyado por los EE.UU. desde l959, año del triunfo de la revolución.

El terrorismo ha sido siempre el arma del Imperio; lo que sucede es que ahora se lo quiere sustituir por un control de la sociedad y de los pueblos que se basa en la tecnología sofisticada. Y no hablemos de las cárceles de los EE.UU., ni las prácticas de torturas de su policía y su ejército; silenciemos la tradición inquisitorial del Estado español y dejemos que El País siga fabricando su ideología dominante. Vamos a hablar ya de nuestro héroe, que como todo en este mundo tendrá su lado oscuro, pero que en su mayor parte está hecho de luz y claridad.
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El Che tuvo una vida meteórica: cuando murió a los 39 años había recorrido medio mundo con el fusil en la mano, y ya tenía varios libros escritos sobre la política comunista y la teoría marxista; había participado en la única revolución socialista que ha triunfado en un país de lengua castellana y contribuido a la construcción del único Estado socialista que todavía se mantiene en Occidente.

Cuarenta años después de su muerte se ha convertido en un icono universal; su imagen reproducida hasta la saciedad en todo tipo de objetos, camisetas, libros, postales, cuadros, etc., es un fenómeno de masas que le hace la competencia a Marilyn con ventaja en el imaginario colectivo.

En la República de Cuba recibe el título de ‘guerrillero heroico’, como reconocimiento a su contribución en la guerra de liberación nacional contra el sometimiento de la isla al Imperio norteamericano. Su figura se encuentra en el Museo de la Revolución junto a Camilo Cienfuegos y Fidel Castro. Su icono y su nombre se repiten en carteles, camisetas, edificios e instituciones, asociados a las consignas revolucionarias: patria o muerte!, venceremos!

Aparece homenajeado en hermosas y conocidas canciones de los trovadores cubanos, como la famosa tonada de Carlos Puebla, aprendimos a quererte/ desde la histórica altura,/ en que el sol de tu bravura/ le puso cerco a la muerte…

Esa devoción del pueblo cubano por el Che, se debe también a su lucha internacionalista para extender la revolución cubana al continente africano y al resto de América; empeño durante el que murió en 1967, cuando intentaba crear una guerrilla revolucionaria en Bolivia, asesinado por un sargento del ejército boliviano, asesorado por la CIA (Central de Inteligencia Americana).

En memoria de ese hecho histórico, el poeta cubano Nicolás Guillén escribió uno de sus versos más conocidos, Soldadito boliviano.

Es claro que el Che fue uno de los actores principales de aquella época conocida como la ‘guerra fría’: una confrontación militar entre la URSS y los EE.UU., que duró desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1990 aproximadamente.

No llegó nunca a ser una guerra abierta entre esas dos grandes potencias mundiales del momento, porque el armamento nuclear lo impedía. Una guerra abierta entre ambas superpotencias, en esas condiciones hubiera sido una catástrofe absoluta.

Pero la rivalidad militar se manifestaba en conflictos localizados, guerras de liberación por la soberanía de los países colonizados, enfrentamientos armados por imponer uno u otro modelo económico, guerras civiles entre partidarios de una u otra potencia. En ese escenario, el Che fue uno de los principales jefes militares del lado socialista.

Provenía de Argentina, de ahí su sobrenombre, Che, expresión típica de ese país latinoamericano, como lo es de los valencianos en nuestra península ibérica.

En su juventud recorrió el continente americano desde el sur de Chile hasta Perú, donde se casó por primera vez. Fue la experiencia de América explotada y sometida, la que determinó su adhesión a la revuelta de las clases populares y al socialismo.

Luego viajó a México para enrolarse en el grupo de Fidel Castro, con quien se embarcó en el yate llamado Granma, junto con un reducido grupo de revolucionarios, cuyo objetivo era derrocar por las armas la dictadura de Batista en Cuba.

Destacó como militar en esa contienda y se le debe uno de los combates decisivos, la toma de la ciudad de Santa Clara en el centro de la isla. El Che con un puñado guerrilleros fue capaz de rendir una división del ejército regular que viajaba en un tren blindado, interceptándolo en Santa Clara. Fue un golpe de suerte.

Esa acción, notable por su arrojo y valentía, fue uno de esos hechos históricos que revelan las características de una coyuntura social, al mismo tiempo que modifican la correlación de fuerzas y determinan los acontecimientos posteriores. Al cabo de pocos días el dictador huía de La Habana y los revolucionarios entraban victoriosos en la capital de Cuba.

En la reconstrucción de la República de Cuba tras la guerra civil el Che tuvo un papel importante. Primero, en la misión de llevar a término la justicia revolucionaria, como encargado de los juicios contra los miembros de la dictadura implicados en la represión del
pueblo cubano; dichos juicios terminaron con varias condenas a la pena capital que fueron ejecutadas por el Che.

Además como ministro de industria puso las bases del desarrollo socialista de la economía cubana; en ese aspecto contribuyó a la teoría y la práctica económica del socialismo. Aunque el Che murió antes de poder ver los resultados de su trabajo, la isla se convirtió en uno de los mayores productores de azúcar del mundo, que se exportaba principalmente a los países del Este de Europa.

En su mejor época durante los años setenta y en los ochenta, antes del hundimiento del bloque del Este, Cuba consiguió unos niveles económicos y culturales muy superiores a su entorno latinoamericano con el apoyo de la economía soviética y de otros países socialistas.

Al mismo tiempo el ejército cubano combatía victoriosamente en Angola contra el ejército de Sudáfrica, entonces estado fascista donde se producía la segregación racial de la mayoría negra de la población, el conocido apartheid.

Finalmente el Che fue impulsor de la idea del hombre nuevo, central en la cultura cubana revolucionaria. Con esa idea se quieren subrayar los aspectos éticos y morales de la acción social, refiriéndose a la persona capaz de subordinar sus intereses egoístas por el bienestar colectivo.

El socialismo debe basarse en un nuevo tipo de hombre, con una conciencia clara y bien formada en valores humanistas. Esa concepción da lugar a un voluntarismo idealista, que todavía es perceptible en la acción política de los cubanos, cuando envían misiones médicas o educativas a las más diversas partes del mundo, atendiendo a la población más pobre y necesitada. Por poner un ejemplo de ayuda desinteresada, los cubanos cubrieron la asistencia médica de las víctimas del último terremoto de Pakistán.

El Che fue un hombre crítico y poco conformista; subrayó en la Conferencia de Países no Alineados de Argel (1963) la dependencia de los países socialistas respecto de los intereses de la URSS y criticó los aspectos negativos de esa situación.[1] Cuando volvió a Cuba de ese viaje a Argelia, Fidel le estaba esperando en el aeropuerto para decirle que no podía seguir en esa línea. Después de horas de conversación llegaron a un acuerdo. El Che se encargaría de las misiones militares internacionalistas que intentarían expandir la revolución cubana y socialista por el mundo.

Así es como llegó a Bolivia en 1967, después de una etapa en el centro de África, el interior del Congo. Pero en Bolivia tuvo problemas con el PCB (Partido Comunista de Bolivia), lo que hizo que la experiencia guerrillera terminara rápidamente. No hubo un entendimiento entre los revolucionarios, porque el Che quería que la dirección militar estuviera por encima de la política, mientras que el secretario del PCB pretendía lo contrario. Después de una entrevista con éste, el Che fue descubierto, cercado, acorralado y finalmente asesinado.

La experiencia de Bolivia está narrada en su diario de campaña, que ha sido publicado varias veces y que sirvió al director suizo Richard Dindo para hacer un documental sobre ese evento.

Alguna vez he tenido discusiones fuertes con amigos del Partido Comunista de España sobre cómo interpretar la muerte del Che.

Además de la intervención de los servicios de espionaje norteamericanos, hecho probado una y otra vez en los acontecimientos más decisivos de la historia latinoamericana del siglo XX, hay que tener en cuenta esa disensión interna en el campo de la izquierda acerca de las tácticas más oportunas para conseguir el cambio social.

El debate es necesario para la construcción democrática de la sociedad, pero se trasforma en división interna cuando se trata de conquistar el poder político a costa de los demás participantes. Esas divisiones suelen jugar un papel fundamental en los fracasos de la revolución socialista, pues acaban trasformándose en enfrentamientos entre los militantes de la izquierda.

En esos debates los cubanos juegan un papel fundamental, por su experiencia colectiva sobre la revolución y el cambio social. Se ha denominado guevarismo a los intentos de desarrollar una línea política revolucionaria continuadora de la lucha de Guevara. Lo
mismo que se ha denominado castrismo a la proyección histórica de las ideas de Castro.

Pero los intentos de extender el modelo revolucionario cubano fueron cercenados por las intervenciones de los servicios secretos norteamericanos en América Latina durante la década de los setenta y la instauración de dictaduras totalitarias en casi todos los países del subcontinente.

Eso llevó a un cambio de táctica, y durante los años ochenta Cuba participó en varias contiendas africanas en contra de los estados fascistas aliados al Imperio: Etiopía y Angola, son las más importantes. A pesar de la victoria de las armas cubanas en ese escenario, la República no ha podido aprovecharlas en un sentido político, por la extensión del neoliberalismo y la crisis permanente y sistemática que sufre el continente africano en las últimas dos décadas.

Sin embargo, la influencia de los cubanos es decisiva en el actual proceso latinoamericano: la revolución bolivariana en Venezuela, la victoria de los frentes de izquierda en Bolivia, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, Chile, Argentina y Brasil, abren nuevas perspectivas de desarrollo social para los pueblos y las naciones.

Todavía con muchas indecisiones e inseguridades, se está abriendo una nueva era en el continente americano. Y Cuba es la vanguardia de ese proceso histórico. La grandeza de la revolución cubana y la República de Cuba, de sus hombres y mujeres, de sus victorias militares, políticas y culturales, es anunciar una nueva época para la humanidad. Y con la grandeza de Cuba, se agranda también la figura de Ernesto ‘Che’ Guevara.
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Las ideas políticas de Guevara pertenecen a la historia de la teoría marxista. Su matrimonio con Hilda Gadea lo puso en contacto con la tradición izquierdista peruana, inspirada por el ‘Amauta’ José Carlos Matiátegui; éste fue uno de los principales teóricos marxistas del continente americano en los comienzos del siglo XX, que propugnaba un socialismo americano que no fuera ni copia, ni calco del socialismo europeo.

De ese modo, el Che se convirtió en el vehículo por el que penetró el marxismo entre los revolucionarios cubanos: un grupo proveniente del Partido Ortodoxo, de carácter nacionalista y fiel a las ideas de José Martí.

La tesis que el Che nos transmite al respecto, es que los guerrilleros no eran marxistas, pero realizan las previsiones del marxismo: “las leyes del marxismo están presentes en los acontecimientos de la Revolución Cubana, independientemente de que sus líderes profesen o conozcan cabalmente, desde un punto de vista teórico esas leyes”.[2]

El Che es consciente de que el marxismo es el instrumento del conocimiento histórico y que éste es un producto de la actividad crítica del proletariado militante: “se debe ser ‘marxista’ con la misma naturalidad con que se es ‘newtoniano’ en física…”[3]

Esa confianza en el marxismo es el síntoma de una época. Por los años 50 y 60 la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial trajo un gran impulso histórico para las fuerzas progresistas, que llevó a importantes avances de la conciencia democrática en todo el mundo; tras la fundación de la O.N.U. (Organización de Naciones Unidas) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, comienza el proceso de descolonización de las potencias europeas en África y Asia.

Se pensaba que la civilización industrial estaba madura para el socialismo. Manuel Sacristán -el teórico marxista español que pertenece a la misma generación que Ernesto Guevara-, ha descrito la actitud eufórica de los comunistas en esa época como un exceso de optimismo.

En aquellas circunstancias históricas, conquistar la verdadera independencia significaba tener un gobierno democrático, que representara los intereses del pueblo y no fuera un agente de las grandes compañías trasnacionales.

Era necesario por tanto tomar el poder político, lo que sólo era factible mediante la destrucción del aparato represivo del Estado burgués. Para ello había que combatir la dominación capitalista a través de la confrontación militar y controlar el aparato de estado a favor de la soberanía de los pueblos. El método elegido fue la lucha guerrillera, que había dado una prueba de su éxito en Cuba y que se desarrollaba también en Vietnam contra el imperialismo francés primero y americano después.

La guerra de guerrillas era entendida como una sublevación del campesinado nacional en contra de la opresión imperialista, dirigida por los intelectuales revolucionarios bajo el programa obrero sistematizado por el marxismo. El modelo de esa táctica de lucha armada era la ‘guerra popular prolongada’ de Mao Zedong que había llevado al Partido Comunista Chino hasta la victoria.

El proceso de descolonización no iba a producir la independencia real de las naciones recién creadas, porque se iba a producir una nueva subordinación hacia las antiguas metrópolis, según el modelo del neo-imperialismo de los EE.UU., que controlaban el continente americano sin necesidad de ocupar militarmente el territorio.[4]

La estrategia política de los cubanos en los años 60, fue intentar evitar que se consumara ese desarrollo del capitalismo, que sustituía la dominación política directa de las colonias por otra indirecta, fundada en la dependencia económica de los países ‘subdesarrollados’.

La lucha antimperialista trataba de sustituir las relaciones de dependencia y explotación entre los países desarrollados y el Tercer Mundo, y para ello era necesario acabar con el capitalismo como modo de producción dominante: “no debe ser el comercio exterior el que fije la política, sino, por el contrario, aquél estará subordinado a una política fraternal hacia los pueblos”.[5]

La revolución cubana parecía ejemplificar de manera admirable que la oposición al imperalismo era factible y correcta. Como se había mostrado en Cuba, la táctica revolucionaria era la guerra de guerrillas. Ésta se fundaba en el campesinado explotado de los países dependientes, que se rebela para saciar su hambre de tierra.

El campesinado, decía Gramsci, es una clase nacional por su identificación con el paisaje y su simbiosis ecológica con el ambiente terrestre en el que vive. También forma una clase nacional el intelectual ligado a una lengua que constituye su herramienta de pensamiento.

Esas clases nacionales son aliados imprescindibles de los trabajadores en la lucha por su emancipación; la alianza de clases recibe el nombre de ‘bloque histórico’. Y esa es la política que los revolucionarios cubanos realizan sin ser conscientes de ello.

La revolución debe combinar el factor nacional y el internacional, apoyarse en el ‘hambre de tierra’ de los campesinos y el espíritu organizativo de los obreros; el Che propugna la soberanía de los pueblos, al tiempo que la emancipación de los trabajadores, y funda en la ONU sus esperanzas de paz y reconciliación. La derrota del imperialismo exige la unidad de los explotados.
Che es internacionalista porque su objetivo es la emancipación de toda la humanidad, pero considera que el catalizador de la actividad obrera es la lucha antimperialista de las clases nacionales.

Como ya observara Lenin, el proletariado dejado a sus propias fuerzas alcanza tan sólo una conciencia reformista, de ahí la importancia del factor revolucionario que aporta la lucha antimperialista.

El objetivo de los revolucionarios cubanos era superar la subordinación respecto del Imperio capitalista, y su triunfo fue la señal para iniciar una lucha internacional contra la nueva dominación que se instauraba tras la guerra mundial. Alcanzar la soberanía nacional era la aspiración de los pueblos colonizados que se independizaban, y esto sólo podía hacerse en confrontación con el imperialismo.

Los comunistas interpretaron que la victoria de la revolución en Cuba era el índice de que las condiciones estaban maduras para el triunfo de la revolución en los países del Tercer Mundo. Fidel Castro y sus compañeros comprendieron que no podían conseguir una verdadera independencia aislándose del mundo. Había que tomar partido y los cubanos entraron en la confrontación militar entre los bloques, que se denominó ‘la guerra fría’.

Aunque en sus análisis del proceso cubano, Guevara reconoce que el factor sorpresa jugó un papel importante para engañar al imperialismo y que no sería fácil repetir esa experiencia,[6] las ideas guevaristas se extendieron rápidamente por América Latina, creándose numerosos focos guerrilleros en varios países.

Sin embargo, la reacción del imperialismo pudo bloquear la mayor parte de la actividad revolucionaria a través de intervenciones militares y la imposición de dictaduras fascistas, cuyo modelo parecía ser el propio Estado español con su larga existencia de paz social violentamente impuesta.

Además de los héroes y los mártires, de todo aquello sólo quedó, por una parte, la victoria sandinista de los años 80, que también fue eficazmente combatida por las fuerzas militares al servicio del Imperio americano. Y por otra, las guerrillas colombianas que todavía luchan contra el Estado fascista más o menos homologado por las ‘democracias’ occidentales.

Pero tampoco en otros continentes, donde vencieron las guerrillas nacionalistas, como Vietnam, Angola o Mozambique, se ha podido progresar en la dirección socialista. Y otros modelos de acción política, como el zapatismo en México, pertenecen ya a la época posterior de la historia latinoamericana que se ha empezado a desenvolver a partir del indigenismo y las reivindicaciones democráticas.

El fracaso de la Unión Soviética ha arrastrado como un vendaval aquellas ideas demasiado vinculadas a una coyuntura histórica. Nada puede simbolizar tan bien ese fracaso militar del guerrillerismo como la muerte del propio Guevara en Bolivia. Y quizás esa derrota sea la crítica más acertada que se le puede hacer a su teoría de la revolución de los campesinos armados: el modelo que había servido en Cuba no era exportable a otras latitudes del continente americano. Los comunistas no fueron lo suficientemente fuertes como para conseguir ese objetivo.
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En los textos del Che, el socialismo es concebido como un nuevo sistema de relaciones internacionales entre los pueblos, fundadas en la fraternidad universal del género humano; sistema en el que las consideraciones económicas están subordinadas a criterios políticos que fomentan un desarrollo económico equilibrado, protegen los derechos humanos universales y establecen los objetivos racionales de la humanidad.

Al mismo tiempo se reorganiza la sociedad sobre bases nuevas: la propiedad estatal, la planificación económica y la eliminación de la mercancía como ‘célula de la sociedad’. Realizar ese programa exige una política revolucionaria, que establece una nueva relación entre los dirigentes y las masas, jugando un papel esencial el poder carismático del líder.

La disolución de la vieja sociedad y la instauración de la nueva, atraviesa un periodo magmático en el que el pueblo se funde en la masa y se prepara para construir las futuras relaciones sociales.

Che Guevara reconoce en sus escritos el liderazgo indiscutible de Fidel como elemento fundamental del proceso revolucionario. De tal modo la revolución se configura como una relación entre la vanguardia consciente y las masas que siguen el camino marcado por aquéllas.

La vanguardia está constituida por hombres y mujeres con una plena entrega al cumplimiento de su deber, y las masas siguen naturalmente a la vanguardia, realizando disciplinadamente las tareas que el gobierno fija.

Esa dialéctica entre la dirección política y la ciudadanía se apoya sobre la confianza de las masas en la vanguardia que sabe interpretar los deseos del pueblo y reconocer cuándo se equivoca; la vida social se funda así en la moralidad pública: “Para constuir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo (...) El instrumento de movilización de las masas debe ser de índole moral, fundamentalmente (…) En momentos de peligro es fácil potenciar los estímulos morales; para mantener su vigencia es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas.”[7]

En una segunda fase, la revolución necesita institucionalizarse, conseguir el desarrollo de una nueva personalidad humana más consciente y libre: “simultáneamente con la base material hay que hacer el hombre nuevo”.[8]

Crear personas conscientes que participen en las decisiones políticas, como forma de movilización social más avanzada, superando el dominio de la vida social por el fetichismo de la mercancía. Para ello, la educación del pueblo es un eje central de la política revolucionaria.

La formación política de los ciudadanos viene acompañada por el conocimiento científico de la realidad y el dominio del medio por la técnica.

Elevar el nivel de conocimiento y de información es un requisito imprescindible para que la ciudadanía pueda participar responsablemente en la vida política, haciendo posible la democracia real y participativa. Los ciudadanos deben alcanzar el nivel educativo que haga posible su participación en la toma de decisiones públicas.

Junto con la formación científica, la Revolución propugna la liberación del arte, respecto de la decadencia a la que se ve sometido por el sistema mercantil; al mismo tiempo el Che critica las tendencias culturales que son oficiales en el socialismo burocrático, que se manifiestan en el realismo estético, uno de los aspectos más evidentes del escolasticismo dogmático marxista que se practica en la U.R.S.S. desde la involución estalinista.

Otro de los factores clave de la política comunista es la emancipación respecto del trabajo alienado. Por ello se concibe la actividad productiva como un deber social, y también se potencia el trabajo voluntario como forma de superar la alienación.

De ese modo la humanidad alcanza el reino de la libertad, dejando atrás el reino de la necesidad.

Sin embargo, el Che reconoce que la compulsión es todavía en la República de Cuba un elemento central en la organización del trabajo. Pues el carácter esencial del socialismo es que no está acabado, es un camino transitable para el desarrollo de la humanidad, con unos ideales racionales bien contrastados por la experiencia histórica.

Todo ello queda pendiente de realización hoy en día. La decadencia del capitalismo sigue imparable, sin que hayamos encontrado la fórmula de superación definitiva del mismo.

Pero mientras en Europa volvemos a ver el resurgir de movimientos fascistas que parecían ya superados por la historia, en América hay un nuevo despertar de esperanza en un mundo mejor, cuyos primeros destellos fueron la Revolución Cubana.

La revolución cuyo cincuentenario celebramos estos días y que pasará a la historia como uno de los acontecimientos centrales del siglo XXI.

* Miguel Manzanera é filosofo e ativista político espanhol

Notas
1] “¿Cómo puede significar ‘beneficio mutuo’ vender a precios de mercado mundial las materias primas que cuestan sudor y sufrimiento sin límites a los países atrasados y comprar a precios de mercado mundial las máquinas producidas en las grandes fábricas automatizadas del presente? (…) debemos convenir en que los países socialistas son, en cierta manera, cómplices de la explotación imperial.” Che Guevara, E., “En Argel. Seminario Económico de Solidaridad Afroasiática” en El socialismo y el hombre en Cuba, Barcelona, Anagrama, 1975, 91-117.
[2] Che Guevara, E., “Notas para el estudio de la idología de la revolución cubana”, en El socialismo y el hombre en Cuba, Barcelona, Anagrama, 1975, 21-36.
[3] Che Guevara, E., op.cit., 22.
[4] “El neocolonialismo se desarrolló primero en Sur América, en todo un continente, y hoy empieza a hacerse notar con intensidad creciente en África y Asia” Che Guevara, E., “En Argel. Seminario Económico de Solidaridad Afroasiática”, op.cit., 82.
[5] Che Guevara, E., op.cit., 78.
[6] Che Guevara, E., “Cuba: ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista, op.cit., 37-61.
[7] Che Guevara, E., “El socialismo y el hombre en Cuba”, op.cit., 91-117.
[8] Che Guevara, E., op.cit. 99.
http://www.tiempodecuba.com/

FISL 11 - Software Livre Brasil
21 a 24 de julho 2010
29.o6.2010

O Fórum Internacional de Software Livre (fisl) é considerado o maior encontro de comunidades de software livre da América Latina e um dos maiores do mundo, sendo um grande ponto de encontro daqueles que cotidianamente se relacionam, trabalham, compartilham conhecimentos e idéias pela Internet. No ano passado reuniu cerca de 8 mil pessoas e contou com mais de 300 atividades.

A 11ª edição do fisl ocorre de 21 a 24 de julho, no Centro de Eventos da PUCRS, em Porto Alegre, RS.

Este ano, o site do fisl11 traz a proposta inovadora de se tornar mais do que um evento, onde você encontra os seus amigos virtuais, mas sim uma rede social personalizada, livre e autônoma.

Utilizando o Noosfero, a primeira plataforma web livre desenvolvida no Brasil para redes sociais, e integrado ao portal do software livre, você além de ficar informado e acompanhar tudo o que vai acontecer no fisl11, também poderá interagir e colaborar com a produção de conteúdo.

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http://softwarelivre.org/
Sapucaia do Sul recebe evento preparatório ao fisl 11
24.06.2010

por Thaís Rucker

No dia 3 de Julho acontece em Sapucaia do Sul, no Rio Grande do Sul, o primeiro evento preparatório oficial para o fisl11.
Entre as atrações estão o Installfest e palestras sobre software livre. O encontro é totalmente gratuito e acontecerá na escola São Lucas da Ulbra.

Installfest é um encontro com o objetivo de realizar instalações em massa de sistemas operacionais de computador e softwares de código aberto.

É geralmente um evento de apoio e de construção da comunidade, onde iniciantes trazem seus computadores juntamente com os discos de instalação de seu sistema operacional preferido ao local do installfest, e usuários experientes os auxiliam a iniciar e a resolver problemas.

Os installfests recebem bem todo nível de conhecimento, de iniciantes completos a usuários avançados.

Palestrantes confirmados

Leandro Nunes - Java ME
Rafael Cirolini - WordPress
Maurício Portal - Voluntariado no fisl11
Luiz Guaraldo - Por que Debian?
Luiz Guaraldo - Não Sou Programador, como posso ajudar o Projeto Debian?
Luiz Guaraldo - Economizando Recursos com Terminais Burros em Software Livre
Daniel Bauermann - Retrocomputação: do passado para o presente Felipe Groos - Força da comunidade e porque apoiar o software livre!

Inscrições e informações em http://softwarelivre.org/gt-voluntarios/
Onde - Endereço: Rua 25 de Julho, 550 - Bairro Vargas - Sapucaia do Sul/RS - Telefone e Fax: (51) 3451.7557 E-mail: asaolucas@ulbra.br

No início de junho, os inscritos receberam um "token" e as instruções de como proceder para avaliar as palestras. O novo sistema foi testado e aprovado em março de 2010.

A partir deste momento os palestrantes estão sendo contatados e depois de confirmados começa a ser estruturada a grade de programação.

As palestras foram divididas em 17 trilhas

1. PHP e Java (desenvolvimento)
2. Python, Ruby, Perl (desenvolvimento)
3. Outras Linguagens (desenvolvimento)
4. Ferramentas, Metodologias e Padrões (desenvolvimento)
5. Visual/GUI (desenvolvimento)
6. Gerência de Conteúdo (desenvolvimento)
7. Jogos, Multimídia e Streaming
8. Desktop e Distribuições
9. Kernel, Sistemas de Arquivos e Sistemas Operacionais
10. Hardware, Sistemas Embarcados e Robótica1
11. Administração de Sistemas e VoIP
12. Segurança
13. Gerenciamento de Dados
14. Negócios, Implementações e Casos
15. Ecossistema / Cultura
16. Educação e Inclusão Digital
17. Tópicos Emergentes

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Tal vez se nos había olvidado lo
que era el capitalismo puro y duro

por Miguel Manzanera
27.06.2010

Pero ya lo tenemos aquí de nuevo, tan auténtico como lo fue a principios del siglo XX, tan canalla como lo pintó Bertold Brecht en su “Ópera de dos centavos”; o incluso más: la clase dominante, una banda de delincuentes asaltando los ahorros de las personas sencillas.

Primero fue la quiebra de las constructoras, ni más ni menos que una crisis de superproducción tan evidente desde hace un lustro al menos, que hería a los ojos de las personas sensatas.

Luego vino la crisis financiera, que se resolvió donando fondos públicos a los bancos, un auténtico atraco a mano armada en las arcas del Estado.

Ahora es la quiebra del propio Estado, endeudado con esos banqueros que se apropiaron de… Todo ha sucedido en una secuencia de acontecimientos tan previsibles en buena lógica, como fáciles de resolver en una economía mínimamente ordenada. Bastaba con haber dejado hundirse a la banca corrupta y haber fundado una banca pública.

Según la teoría económica liberal clásica las empresas incompetentes deben hundirse y desaparecer del mapa; para eso sirve el mercado.

¿Por qué no se ha aplicado esa teoría a los bancos en quiebra? ¿Tal vez porque en realidad no se aplica nunca? En realidad, esa ciencia neoliberal no es más que un galimatías imposible de descifrar para la gente de la calle –hipotecas sub prime, ingeniería financiera, bonificaciones fiscales, leasing,…, un argot de hampa de lujo-; y nos ofrece una parafernalia de números que suena a fábula de otro mundo - 50.000 millones de euros para los bancos, cinco millones de parados, un millón de casas vacías, millones de toneladas de excedentes agrícolas, etc.-.

Mientras que las mentiras de la ‘eficiencia de los mercados’ y la ‘disciplina de mercado’ se hacen dogmas de fe, se imponen a sangre y fuego - como se hace siempre con las verdades indemostrables -.

¿Cómo imaginar lo que eso significa, cuando apenas se dispone de unos pocos euros en el bolsillo? Para el trabajador ‘disciplina de mercado’ suena a rebaja de sueldos; y la ‘eficiencia de los mercados’ a tiendas llenas con escaparates de precios inalcanzables custodiados por polizontes armados.

La política de la estafa y el robo viene disfrazada con grandes palabras: ‘democracia y libertad’ son las favoritas de los políticos y los multimillonarios cuando todo va bien; cuando se utiliza la palabra ‘solidaridad’, cuando las cosas se ponen feas, es para decirnos que debemos recortar nuestro nivel de vida por el bien de la sociedad.

El argumento del bastón demuestra su eficiencia, cuando el trabajador se pone rebelde; pero no suele hacer falta: la gente acostumbrada al miedo está tranquila; para eso los curas y las beatas les explicaron el infierno a los niños, para que de niños se porten como los mayores deseen y de mayores como los jefes quieran.

La teoría del capital es una historia de vampiros, explicaba Marx hace ciento cincuenta años. Y ahora podemos añadir que la economía posmoderna o neoliberal se parece al monstruo de Frankenstein: un engendro que se vuelve contra su amo y creador.

Los enterradores de Marx deberían al menos sonrojarse, pues la crisis vaticinada por el científico honesto ha vuelto a suceder, el pronóstico se ha hecho realidad. ¡Qué lejos quedan los tiempos en que Popper decía que las predicciones de Marx no se habían cumplido! ¡Ojalá hubiera tenido razón! Lo malo es que este ideólogo de la derecha no tenía otra intención que preparar lo que ahora nos ha llegado: una crisis comparable a la del 29, con su espantosa guerra mundial a continuación.

¿Se volverá a repetir el ciclo mortífero de crisis, depresión y guerra, como en el siglo pasado?
¡Qué lejos los tiempos en que Horkheimer decía que la teoría de Marx se había equivocado al predecir que las crisis del sistema capitalista eran inevitables! ¡Ojalá y fuera cierto! Pero el filósofo de Frankfurt no sabía que los neoliberales iban a desmantelar el Estado de Bienestar, eliminando los controles estatales del mercado.

No podía imaginarse que se volvería a imponer la locura del capitalismo desregulado –¿tenía tal vez demasiada confianza en la razón humana? -. Horkheimer, a lo largo de su vida había trabajado en una dirección precisa: primero, conjurar la barbarie fascista, consecuencia de las crisis económicas de principios del siglo XX; e impedir su vuelta tras la guerra mundial, después.

¿Y ahora que la crisis ha vuelto, nos encaminamos hacia una nueva forma de fascismo posmoderno, copiado del Estado de Israel y sus técnicas de dominación genocida?

¿En qué aspecto no se han cumplido las predicciones de la teoría marxista? En la construcción del socialismo, en el fracaso de la Unión Soviética. Pero un nuevo modo de producción no se saca de la chistera de un mago, es algo que tarda siglos en presentarse; comienza poco a poco y se va desenvolviendo conforme demuestra su superioridad.

Pero debemos conocer las causas del fracaso. Primero, un factor clave de la victoria del capitalismo sobre el llamado ‘socialismo real’ en el siglo XX ha sido su capacidad de innovación científica y tecnológica: el desarrollo de la informática que las empresas capitalistas fueron capaces de desarrollar, mientras que los Estados del campo socialista adoptaban una versión falsificada del marxismo, como si fuera una ideología dogmática y no el principio mismo de la crítica filosófica.

También en el campo de las ciencias sociales, donde el marxismo se consideraba superior al positivismo, la ‘ciencia capitalista’ fue capaz de desarrollar una nueva metodología analítica y formal en ciencias sociales, la teoría de juegos, de cuya eficacia hoy nadie puede ya dudar.

¿Y qué decir del psicoanálisis al servicio de la publicidad, como técnica de control sobre las conciencias de los ciudadanos? Por si fuera poco, ahora y en los próximos años veremos cómo avanza una nueva revolución tecnológica a partir de la ingeniería genética y cómo afectará a la producción agrícola y la alimentación y salud de la humanidad. Se trata de crear la vida artificialmente –seréis como dioses, dijo la serpiente a Eva en el paraíso-.

La próxima confrontación mundial por un nuevo modo de producción tendrá en la vida, en la realidad vital, uno de sus principales campos de batalla.
El capitalismo ha vencido, porque todavía desarrolla las fuerzas productivas – esto también lo dijo Marx en su “Contibución a la crítica de la economía política” -, y el nuevo esquema del desarrollo, los nuevos principios de economía política que han de regir el socialismo, todavía no se han desarrollado lo suficiente.

Pero hay muchos capitalismos, ¿por qué ha tenido que imponerse el más obsceno y despiadado? ¿Tal vez por la ley de Murphy: ‘todo lo que pueda ir mal, irá mal’? ¿Tal vez porque la entropía es demasiado poderosa para que podamos contrarrestarla? ¿Tal vez porque el socialismo, la historia, requieren de toda tragedia para poder realizarse (Hegel dixit)?

La situación es en cierto sentido tan desesperada que muchos se han arrojado ya exhaustos fuera del campo de batalla. No obstante, ahí están las nuevas experiencias hacia el socialismo, en Cuba o en China, en diversos países y regiones, buscando un camino por el que realizarse dentro de la historia humana; una esperanza de que no todo se ha perdido.

El capitalismo es un modo de producción en franca decadencia, que dilapida recursos productivos, destruye los ecosistemas terrestres y aniquila el futuro de la humanidad.

Es evidente que necesitamos superarlo. Pero si la vía revolucionaria parece desacreditada tras el fracaso de la U.R.S.S., la evolución hacia el socialismo a través del Estado del Bienestar fue eliminada tras la crisis del petróleo en 1973, precisamente cuando se visualizaron los límites del desarrollo capitalista con el Informe del Club de Roma de 1971.

Ese punto de inflexión en la historia moderna, mostró que necesitamos nuevas formas de entender la evolución humana: el progresismo racionalista que estaba en la raíz del marxismo no tenía instrumentos para pensar la novedad descubierta entonces: los límites del desarrollo.

Y este es el segundo factor clave de la derrota del socialismo. Pues la crítica ecológica hubiera debido ser una prueba complementaria de la necesidad del socialismo, pero se convirtió en un obstáculo para el mismo.

Y hoy en día, ¿hemos conseguido ya integrar la visión ecologista en la necesidad del socialismo? En mi opinión, podemos responder sí a esa pregunta, si tomamos en cuenta el modelo cubano, que ha conseguido grandes logros de desarrollo humano con un coste ambiental moderado, como muestran diversos informes ecologistas y de la ONU; pero no en la mentalidad de la clase obrera de los países desarrollados que sigue soñando en la abundancia consumista.

Por eso, es verdad que están dadas las condiciones para un salto evolutivo hacia el socialismo, como el que se produjo en 1917 con la revolución rusa - y esperemos haber aprendido de los errores, para que no se reproduzcan las terribles consecuencias de aquella gesta gloriosa -.

Pero lo que parece ser una constante en la historia de la humanidad, la transformación social tendrá como trampolín unas cuantas guerras pavorosas.

Una nueva guerra mundial, fría y caliente, se perfila en el horizonte histórico, una guerra por los recursos escasos que ya ha empezado en Oriente Medio: es el Norte contra el Sur, el Imperio posmoderno contra la humanidad sufriente, el kaos ambiental contra la vida natural, la corrupción capitalista ahogando las nuevas formas de organización social que se están desarrollando en los países de la periferia capitalista.

Una guerra desigual, de poderosísimos ejércitos tecnificados con los últimos adelantos de la ciencia, robots asesinos y armas de destrucción masiva utilizadas contra poblaciones indefensas, frente a combatientes criminalizados originarios de los sectores oprimidos de la población mundial.

Campos de concentración, genocidios, asesinatos selectivos, secuestros policiales, atentados disfrazados de accidentes, terrorismo de Estado, bandas fascistas organizadas en organizaciones paramilitares semilegales…, son los instrumentos de una guerra de baja intensidad permanente que viene desarrollándose desde hace décadas en los puntos calientes de la confrontación política: Oriente Medio, África, América Latina.

Paralelamente, se produce una tensión estratégica por la hegemonía mundial entre el Imperio posmoderno ‘occidental’ y las nuevas potencias emergentes del Sur, China, India, Sudamérica, África,…

Por tanto, hemos heredado el esquema de la guerra fría, pero redimensionando el problema a una escala mayor, planetaria, con una población humana en crecimiento constante, cada vez más estrechada en las dimensiones planetarias.

No nos engañemos. Aquí en ‘occidente’, por mucho que no lo queramos, formamos parte de ese imperio criminal y resulta muy difícil escapar a él. Cuando utilizamos un móvil o un ordenador que tiene coltán extraído en el Congo oriental entre sus componentes esenciales; cuando cogemos el coche o incluso un cómodo transporte público que funciona con derivados del petróleo; cuando compramos zapatillas de marca o ropa barata importada; cuando comemos alimentos cultivados en los campos de esclavitud de América Latina o Asia o África – una sabrosa piña o un buen café -; cuando repetimos las mentiras de la televisión o el periódico casi sin darnos cuenta; etc.

Reproducimos el esquema del poder imperial en los actos más banales, en los gestos más intrascendentes de nuestra vida cotidiana.

Por tanto no nos hagamos ilusiones. Conviene saber en qué mundo vivimos para orientarnos en él.

Ahora más que nunca tenemos que saber dónde estamos y qué es lo que queremos. Sabiendo eso, tal vez podamos construir el socialismo a partir de nuestras pequeñas tareas cotidianas bien realizada; sabiendo también que nos puede costar muy caro cumplir con nuestro deber, pero que merece pagar el precio de la coherencia personal.

Tal vez algún día pase a nuestro lado una oportunidad para el heroísmo.
¡Ojalá que sepamos aprovecharla!


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G-20: mais do mesmo?

por Cândido Grzybowski
23.06.2010

A grande crise financeira, que estourou em 2008, ressurge com violência, agora com o epicentro na Europa, ameaçando a construção da própria unidade monetária baseada no euro.

Por trás de tudo, um ataque à própria ideia de União Européia, com sua proposta de região e solidariedade entre povos, que permitiu avanços monumentais. Descobrimos, mais uma vez, que, em um mundo interdependente, ninguém escapa.

As tais forças do mercado contaminam e corrompem tudo quando governos aceitam ser conduzidos por elas. Aliás, os agentes do mercado – bancos, financeiras, fundos – viram conselheiros dos próprios governos, como na Grécia, e montam o desastre, mas não pagam a conta. Pior, o próprio projeto de região solidária e da moeda única ficou contaminado quando os principais governantes europeus aderiram à onda neoliberal.

Não é a intenção abordar o lado “cassino” da globalização neoliberal, promotora da financeirização desregulada e sem limites das últimas décadas. O fato é que a economia real, os governos e a qualidade de vida dos povos estão em jogo.

Os altos e baixos, as bolhas e seus estouros, as quebradeiras, todo esse mundo financeiro em crise tem por trás um conjunto de crises articuladas que mostram a insustentabilidade do modo como nos organizamos, produzimos e vivemos.

O que interessa é se perguntar até quando a humanidade vai tolerar e sofrer com este estado de coisas. Por onde vamos começar a inverter as tendências destrutivas de hoje, reveladas nesta “crise de civilização”? Mais imediatamente, onde e quando fixaremos limites ao livre mercado, aos especuladores, aos operadores do “cassino global”?

Os governos parecem começar a acordar. Mas, nos últimos dois anos de crise aberta, o que fazem é a transferência da conta da crise do mercado para o Estado, socializando as perdas e buscando repor as coisas no lugar, sem mudar verdadeiramente.

Faltam novas políticas e governos comprometidos com o bem comum público, apontando para mudanças substantivas no modelo de desenvolvimento e organização da economia.

De toda forma, a principal mudança deve ocorrer na arquitetura do poder mundial e no resgate de sua função reguladora, de forma democrática, para quebrar a lógica cassino e o poder destrutivo da globalização puxada pelo livre mercado.

Mudanças geopolíticas são visíveis e mais aceleradas no contexto de crise, como se os velhos países dominantes econômica e militarmente já não tivessem o monopólio das soluções. O multilateralismo, de forma ainda capenga, volta a merecer atenção.

Mas o que esperar disso tudo? Tomemos o G-20, até aqui a principal novidade no enfrentamento da crise. Novidade? Ou apenas ampliação do G-8 para fazer o mesmo e deixar de fora, sem papel significativo no poder mundial, os outros mais de 170 países?

O G-20 parece, definitivamente, feito para nada mudar e, acima de tudo, não mudar no modo de decidir e gerir o mundo. Trata-se de um clube fechado de governantes, pouco inclinado a ser público, a ser aberto às demandas da sociedade.

As suas reuniões, até aqui, não foram tão repressivas como as do G-8, cada vez mais longe das pessoas e sob forte proteção policial. Mas, definitivamente, não têm o mínimo de transparência e democracia. O convite aos grandes executivos de conglomerados econômicos e financeiros privados não dá legitimidade democrática ao clube do G-20.

No entanto, seus debates e decisões podem nos afetar, e muito. A chanceler alemã Angela Merkel acaba de organizar, em Berlim, dias 19 e 20 de maio, uma conferência internacional sobre a regulação do mercado financeiro. Fora as autoridades financeiras, só executivos de grandes grupos foram convidados a participar das discussões.

Nenhuma abertura para as organizações da sociedade civil, como se não fosse um assunto de extremo interesse e onde a emergente cidadania planetária vem acumulando enorme expertise (o Fórum Social Mundial é exemplo disso).

A conferência em Berlim visa preparar a próxima cúpula do G-20 em Toronto, Canadá, em junho. Dado a sua composição e formato, nada de substantivo é de se esperar em termos de taxação das transações financeiras mundiais e de enfrentamento dos paraísos fiscais, os tentáculos do “cassino global”.

Enquanto isso, continuaremos sendo inundados por notícias sobre a necessidade do sacrifício das condições de vida na Grécia, Espanha, Portugal, Irlanda e até Inglaterra, para que os “mercados” se sintam mais confortáveis. Nos países do grande Sul do mundo, já conhecemos o desastre.

O sistema como um todo precisa de ajuste estrutural para valer, tendo a preocupação com o bem estar e os direitos humanos fundamentais para todos os povos.

Para começar, precisamos evitar buscar soluções onde não estão. A solidariedade entre os povos e a criação de movimentos cidadãos irresistíveis ainda são a principal força de empuxe para um outro mundo.

* Cândido Grzybowski é sociólogo e diretor do Instituto Brasileiro de Análises Sociais e Econômicas (Ibase).

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Un huracán de austeridad
se cierne sobre Europa

por Jérôme Duval, Damien Millet y Sophie Perchellet
21;06.2010

Los autores, miembros del Comité para la Anulación de la Deuda Del Tercer Mundo (CADTM), explican cómo el Fondo Monetario Internacional, después de imponer durante años duras medidas de ajuste en los países del Sur, ahora impone sus recetas neoliberales en Europa recortando los derechos laborales en favor de las políticas liberales que perpetuán el sistema capitalista.

La crisis actual es el medio ideal para que el FMI aplique en Europa sus recetas ultraliberales adulteradas que ha estado imponiendo a los países en desarrollo desde comienzos de los años 80. Deslegitimado durante tres décadas de planes de ajuste estructural impuestos brutalmente a los pueblos del Sur, el FMI vuelve al centro del juego político desde el momento en que el G20 se hizo cargo de la gestión de la crisis en 2008.

El Sur fue el primer campo de batalla, Europa es ahora su prolongación. El FMI multiplica los préstamos a algunos países europeos que se encuentran en dificultades para pagar una deuda pública aumentada de golpe debido a la desaceleración económica y a los planes de salvamento para los bancos, cuya búsqueda desenfrenada de beneficios condujo precisamente a esta crisis.

En 2007, Turquía era el único país de envergadura que todavía llamaba a las puertas del FMI. Muchos otros países como Brasil, Argentina, Uruguay, Filipinas, etc., habían cancelado de forma anticipada su deuda con el FMI para quitarse de encima su molesta tutela.

El tiempo de las vacas flacas fue superado y el FMI ya abrió una línea de crédito para una decena de países europeos en menos de un año e interviene desde entonces en múltiples frentes.

Ahora, la institución ve que sus beneficios, sin considerar la venta de parte de sus reservas de oro, se han cuadruplicado durante el ejercicio 2009-2010 (cerrado a finales de abril), y es de 534 millones de dólares, frente a los 126 millones de dólares del ejercicio anterior.

Confiar la gestión de la crisis a un organismo que saca provecho de ella hasta ese punto no debería dejar tranquila a la ciudadanía… Por otro lado, mientras que el Fondo impone la congelación, e incluso la rebaja, de los salarios un poco en todos lados, el correspondiente a su director general, el socialista francés Dominique Strauss-Kahn ‘sufrió’ un aumento superior al 7 % desde su llegada, para estabilizarse en medio millón de dólares al año.

El primer país tocado fue Hungría, antes de Ucrania, Islandia y Letonia. Después, en 2009, fueron Bielorrusia, Rumania, Serbia, Bosnia y más recientemente Moldavia y Grecia.

La lista de países que solicitan un préstamo a la institución continúa alargándose y todos son obligados a aplicar los planes de austeridad dictados por los mercados financieros, el FMI y la Unión Europea.

El desastroso impacto social sobre las poblaciones nos recuerda los planes de ajuste estructural, de siniestra memoria, implantados en el Sur después de la crisis de la deuda de 1982.

Estos planes de austeridad tienen como objetivo una fuerte reducción de los gastos públicos, sin tocar a los grandes capitales, con el fin de encontrar los fondos necesarios para rembolsar prioritariamente a los acreedores.

Hungría abre el baile de los ajustes
En octubre de 2008 se decidió un plan para Hungría de 20.000 millones de euros: 12.300 millones prestados por el FMI, 6.500 millones por la Unión Europea y 1.000 millones de euros por el Banco Mundial.

Además del crecimiento automático del stock de la deuda y de la pérdida neta por el pago de intereses, se implantaron una serie de severas condiciones para la población: el aumento de 5 puntos en el IVA, actualmente en el 25 %, el de la edad legal de jubilación a los 65 años, la congelación de salarios para los funcionarios durante dos años, la supresión del aguinaldo para los jubilados.

Hungría, gobernada por los socialdemócratas, había conseguido salvaguardar un sistema social bastante protector. El descontento de la población por la aplicación, bajo la conminación del FMI, de esas medidas de austeridad benefició a la derecha conservadora que acusó a los socialdemócratas en el poder de haber hecho del país “una colonia del FMI” (según publicó el diario conservador Magyar Nemzet).

Sin embargo, la victoria del nuevo Primer Ministro conservador Viktor Orban fue bendecida por la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, que estima que el partido de Orban, el Fidesz, obtuvo la mayoría necesaria para modificar la constitución y por lo tanto “representa una oportunidad para introducir reformas estructurales”.

Los socialdemócratas sufrieron una derrota histórica en las elecciones legislativas de marzo de 2010 y abrieron la puerta grande a la extrema derecha, que entró en el Parlamento por primera vez con el 16’6 % de los votos.

Ucrania sancionada por el FMI
El FMI aprobó en noviembre de 2008 un programa salvaje de dos años para Ucrania que llegaba a los 16.400 millones de dólares. Hasta mayo de 2010, el país sólo había recibido 10.600 millones de dólares de la institución

¿Por qué? Porque desde el aumento del 20% en el salario mínimo a finales de octubre de 2009 otorgado por el anterior Gobierno de Viktor Yúshenko, el FMI suspendió la aportación de fondos. La visita de una delegación ucraniana a Washington en diciembre de 2009 no cambió nada y el pago de una nueva fracción del crédito permanece bloqueado.

El último pago se remonta a julio de 2009, a falta de acuerdo sobre las condiciones que debía reunir Kiev. El FMI fijó el déficit presupuestario previsto para 2010 en un 6% del PIB, mientras que el Gobierno propone un déficit del 10% para no tener que ajustarse tanto el cinturón.

Golpeada fuertemente por la crisis, Ucrania sufrió una caída del 15,1% en su PIB en 2009 y alcanzar un déficit del 6% en 2010, como quiere el FMI, es una misión imposible.
En espera, Ucrania tuvo que aprobar el retraso en la edad de jubilación y el aumento del 20% en la tarifa del gas para los particulares a partir del 1 de septiembre de 2009.

Se prevé una privatización y recapitalización de los bancos. La privatización de la fábrica química de fertilizantes de Odessa vuelve a estar sobre la mesa, a pesar de la importancia estratégica que representa para la región y para el Estado, y a pesar de las críticas que se le pueden formular respecto a sus prácticas ambientales.

El nuevo Gobierno, establecido en marzo de 2010 por la elección presidencial de Viktor Yanukóvich, propone entre sus prioridades, continuar la demanda de ayuda al FMI.

De esa manera espera obtener un plan de apoyo de 19.000 millones de dólares del FMI, después de hacer que el Parlamento adoptase un presupuesto para 2010 que prevé reducir el déficit hasta el 5,3% del PIB, más allá de las exigencias del Fondo. La misión del FMI, a finales de marzo de 2010, fue la ocasión para aproximarse al nuevo Gobierno en vista del relanzamiento del crédito acompañado de futuros tratamientos de austeridad.

Grecia: la cuna de la democracia
Mientras Grecia, agobiada por una deuda récord, llamó a las puertas de la Unión Europea y del FMI (en un principio un préstamo de urgencia de 45.000 millones de euros, de los que 15.000 millones correspondían al FMI), la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s rebajaba (en tres grados) la nota de su deuda el 27 de abril de 2010. Los mercados caen y los inversores especulan a la baja, acentuando la tendencia.

El Primer Ministro Papandreu declaraba el 11 de diciembre de 2009 que: “Los asalariados no pagarán por esta situación: no procederemos a la congelación o a una reducción de los salarios.
No hemos llegado al poder para desmantelar el Estado social”.

No obstante, desde el 18 de marzo de 2010, se estaba elaborando minuciosamente un plan común UE – BCE – FMI, con el acuerdo del PASOK, el partido de Papandreu en el poder, cuya contrapartida será una cura de austeridad sin precedentes con el fin de economizar, a costa del pueblo griego, 4.800 millones de euros en marzo de 2010, y luego 30.000 millones más en mayo, de acuerdo a un nuevo plan, con el objetivo de pagar a los acreedores.

En el menú, la congelación de contratación y reducción de los salarios de los funcionarios (una fuerte rebaja en las pagas extras, disminución de las primas, a pesar de una anterior reducción de los salarios decidida en enero de 2010); congelación de las pensiones; aumento del IVA del 19% al 23% —a pesar de que se trata de un impuesto injusto que afecta en mayor medida a los más desfavorecidos—; aumento de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco; reducción drástica de los gastos sociales, como el de la Seguridad Social, etc.

Los derechos sociales se sacrifican en el altar de los intereses de la “élite tradicional local” y de los gastos militares, el presupuesto más importante de la UE, respecto a su PIB. La población reaccionó con fuerza y organizó huelgas generales (los días 10 de febrero, 11 de marzo, 5 de mayo y 20 de mayo de 2010) que ya han paralizado el país muchas veces.

Los rumanos también salen a la calle
Junto a Bulgaria, Rumanía es uno de los países más pobres de la Unión. En marzo de 2009, Rumanía obtuvo un préstamo de cerca de 20.000 millones de euros: 12.900 millones corresponden al FMI, 5.000 millones a la UE, de 1.000 a 1.500 millones al Banco Mundial y el resto a varias instituciones, entre las que está el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).

A cambio, Bucarest se comprometió a reducir su déficit público del 7,9% del PIB en 2009 al 5,9%, pero al considerar este objetivo no realista, se fija finalmente en el 6,8% en 2010.

En el menú, más de lo mismo: congelación de pensiones y de salarios con el mantenimiento del salario mensual mínimo de 600 lei bruto (145 euros), supresión de 100.000 puestos de funcionarios en 2010, o sea, el 7,5% de los efectivos de la función pública.

Allí también la población se moviliza contra las medidas de austeridad. El 19 de mayo, más de 60.000 manifestantes se reunieron ante la sede del gobierno en el momento en que éste reforzaba su programa de ajuste, al anunciar una reducción del 25% en el salario de los funcionarios y del 15% en los subsidios por desempleo y en las pensiones, cuyo mínimo ya es de 85 euros.

Además, el Gobierno prevé la reducción por decreto de los subsidios a la familia así como de las ayudas a los discapacitados, a partir del 1 de junio de 2010. De nuevo es a costa de los más pobres que se quiere pagar la crisis, mientras que se evita cuidadosamente gravar al capital: el tipo del impuesto de sociedades ha caído 9 puntos, pasando del 25% en el año 2000 al 16% en 2009.

Los islandeses rechazan pagar
Antes de la famosa nube de cenizas volcánicas que paralizó el cielo europeo durante varios días en 2010, Islandia ya había sido noticia de plena actualidad por una grave crisis en 2008.

El desempleo había pasado del 2% en octubre de 2008 a 8,2% en diciembre de 2009. El Estado salvó de la quiebra a los tres principales bancos del país endeudándose enormemente y luego no pudo asegurar el reembolso a los tenedores británicos y holandeses de sus títulos.

Al pueblo isladés se le exigió pagar esa deuda mediante la ley Icesave, adoptada con nocturnidad y alevosía el último día del año 2009 y apoyada por el FMI, una deuda que había servido para reflotar a los banqueros culpables.

Después de una gran movilización popular, la ley fue rechazada por más del 73% de la población en el referéndum de marzo de 2010. Un informe de la SIC (Special Investigative Commission) presentado en abril ante el Parlamento cuestionó la responsabilidad de algunos dirigentes de los grandes bancos y de miembros del anterior gobierno, y en particular la del ex Primer Ministro en la crisis bancaria de 2008.

David Oddsson, que dirigía el Banco Central en 2008, huyó justo antes de la publicación de ese informe y escapó así de la justicia de su país.
Cuatro antiguos dirigentes del banco Kaupthing, entre ellos el ex Presidente-Director General Hreider Mar Sigurdsson, fueron arrestados a su llegada a Luxemburgo donde residían. Sigurdur Einarsson, presidente del Consejo de Administración refugiado en Londres, también tiene una orden de arresto de Interpol.

De acuerdo con el FMI, la Unión Europea dicta sus voluntades a los gobiernos e impone medidas muy impopulares. En noviembre de 2009, el Parlamento Europeo prestó a Serbia (200 millones de euros), a Bosnia-Herzegovina (100 millones de euros) a Armenia (65 millones de euros de préstamo y 35 millones de euros de subvención) y a Georgia ( una subvención de 46 millones de euros).

Abrumados por la especulación sobre la deuda, antes incluso de que intervenga el FMI, los Estados toman la iniciativa y se prevén reformas antisociales en España, en Portugal, en Irlanda, en Italia…

En todos lados estos tratamientos de austeridad estrujan los salarios y preservan al gran capital responsable de este callejón sin salida capitalista.

En todos lados los pueblos se movilizan y la única esperanza está precisamente allí, en esa movilización.

Es urgente para todos y todas los y las que quieren resistir eficazmente a la lógica capitalista trabajar por la unificación de estas luchas.

Traducido por Griselda Pinero.

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A nova batalha pela riqueza imaterial

Revelado o ACTA, acordo internacional que pode vigiar o uso da internet e limitar medicamentos genéricos. Costurado em sigilo por governos e corporações, texto visa frear circulação não-mercantil de cultura e conhecimento, e conter ascensão dos “emergentes”

por Antonio Martins
23.06.2010

Em 21 de abril, veio finalmente à luz um esboço do ACTA, um tratado internacional espantoso. Denominado eufemisticamente Acordo Comercial Anti-Falsificação, negociado em sigilo desde 2004, em comitês que reúnem governos e lobbies empresariais, ele reverterá, se adotado, algumas das principais tendências contemporâneas ligadas à circulação do conhecimento.

Restringirá a troca de bens culturais – música, vídeos, informações – pela internet. Interromperá a produção de medicamentos genéricos. Encarregará as alfândegas de vigiar a suposta violação de propriedade intelectual privada (dando-lhes poderes para reter cargas de produtos “piratas” e mesmo vasculhar computadores e equipamentos tipo Ipod.).

Articulado por alguns dos países e blocos mais ricos do planeta (Estados Unidos, União Europeia, Japão, Suíça, Canadá, Austrália, Nova Zelândia e Singapura, aos quais somaram-se México e Marrocos), o ACTA circula, contudo, à margem de todas as instituições internacionais. Jamais foi examinado pelos Parlamentos dos países que o articulam.

O primeiro rascunho só tornou-se público após vazamentos e pressões de grupos em favor da liberdade do conhecimento. E na agência da ONU encarregada do tema – a Organização Mundial de Propriedade Intelectual (OMPI) – debate-se uma agenda de sentido oposto à do acordo.

Este conjunto de contradições sugere: está começando uma batalha internacional intensa para controlar a produção e circulação do imaterial.

A disputa expõe a importância econômica e política dos bens ligados à cultura e ao conhecimento. Desdobra-se em possíveis restrições às liberdades e direitos fundamentais; tende a opor os países ricos aos demais – que terão a companhia de organizações da sociedade civil, inclusive localizadas no Norte do planeta.

Os objetivos essenciais do ACTA foram expostos com clareza num discurso de Barack Obama em 11 de março, durante a Conferência Anual dos Bancos de Exportação e Importação, em Washington.

“Vamos proteger de maneira agressiva nossa propriedade intelectual”, anunciou ele. “Nosso maior ativo é a inovação e criatividade do povo americano. Ela é essencial para nossa prosperidade e será ainda mais, ao longo do século 21. Mas só será uma vantagem comparativa se nossas empresas souberem que suas ideias não podem ser roubadas e copiadas, com insumos e trabalho mais baratos. (…) É por isso que estamos caminhando rapidamente para novos acordos, inclusive o ACTA”.

Para construir a proposta do novo acordo, a “inovação e criatividade” dos norte-americanos não foram convocadas; mas as empresas são parte da trama desde o início.

As primeiras menções ao que viria a ser o ACTA surgiram no I Congresso Internacional sobre a Ameaça Global da Falsificação, realizado em Bruxelas, em maio de 2004. Convocado conjuntamente por instituições privadas (Câmara de Comércio Internacional – ICC, Associação Internacional de Marcas – INTA, entre outras) e públicas (como a Interpol e a Organização Mundial das Alfândegas), o evento suscitou, entre suas recomendações finais, a necessidade de “cooperação mais efetiva entre as partes, nos planos nacional e internacional”, para combater “múltiplas ameaças que afetam o comércio”.

Em outubro de 2006, dois anos e meio depois, a Casa Branca enviou reservadamente, a outros governos, o que já era a primeira versão de um possível acordo internacional. Em fevereiro de 2007, funcionários dos EUA, União Europeia, Japão, Suíça e Canadá reúnem-se, em paralelo a uma reunião da Organização Mundial do Comércio, para tratar do tema.

Em outubro do mesmo ano, os Estados Unidos propõem uma série de reuniões de trabalho, em torno do texto preliminar que formularam – e que já tem o nome de ACTA. Coerente com a postura do governo Bush, o processo exclui a ONU. Os debates se darão em reuniões informais, sem presença incômoda de países em desenvolvimento ou de ONGs e movimentos sociais.

A primeira rodada de reuniões se dá em Genebra, em junho de 2008. Os fatos, então, se aceleram. Em julho, a ACTA é citada no comunicado final da reunião do G-8 (Hokkaido, Japão), que pede “a conclusão das negociações até o final do ano”.

Três novos encontros ocorrem em Washington (julho), Tókio (outubro) e Paris (dezembro), mas o objetivo do G-8 não é cumprido. A eleição de Obama parece desacelerar o ritmo dos trabalhos, retomados apenas em julho de 2009.

Ao todo foram sete, até abril de 2010 (a última delas, em Wellington, Nova Zelândia). Em todas, os governos tiveram a companhia das principais entidades que representam a indústria cultural e do entretenimento. Associações como a Aliança Internacional pela Propriedade Intelectual (IIPA, em inglês), Associação Americana de Cinema e Animação (MPAA), Aliança das Empresas de Software (BSA) e Associação Americana da Indústria da Gravação (RIAA) compareceram aos encontros, debateram documentos, apresentaram reivindicações.

Igual oportunidade não tiveram os demais setores sociais. Além de comunicados oficiais escassos e lacônicos, a única informação disponível sobre o ACTA foi uma sucessão de versões vazadas.

Emblemático sinal: elas não foram publicadas por jornais e revistas do mainstream, mas em sites e blogs de ONGs, acadêmicos e ativistas ligados à luta pela livre circulação do conhecimento.

Entre os principais, estão La Quadrature de la Net, na França ( HYPERLINK “http://www.laquadrature.net/”www.laquadrature.net), Knowledge Ecology International, nos EUA ( HYPERLINK “http://www.keionline.org/”www.keionline.org), PublicACTA, na Nova Zelândia ( HYPERLINK “http://publicacta.nz/”http://publicacta.nz), e o blog do canadense Michael Gest ( HYPERLINK “http://www.michaelgest.ca/”www.michaelgest.ca) – talvez a fonte mais atualizada e completa de informações.

A evidência de que uma agenda crucial estava sendo construída de forma opaca provocou manifestações crescentes de descontentamento. Em setembro de 2008, cerca de cem organizações dos Estados Unidos, Canadá, Coreia do Sul e Austrália lançaram documento público pedindo a publicação oficial dos textos em discussão.

Em março de 2009, o Parlamento Europeu aprovou resolução cobrando da Comissão Europeia “tornar públicos imediatamente todos os documentos relacionados com as negociações do ACTA em andamento”.

Em novembro, uma petição com mesmo sentido foi feita, no Congresso dos EUA, pelos senadores Bernie Sanders e Sherrod Brown. Em 25 de março de 2010, o governo Obama tornou público um rascunho do acordo. Pouco menos de um mês depois (21/4), na sequência da rodada de Wellington, os países envolvidos divulgaram uma versão preliminar oficial.

A análise do teor dos documentos é complexa. As versões sofrem, naturalmente, mudanças, no decorrer do tempo. Além disso, cada uma delas contém, além do texto básico, o registro, em colchetes, das divergências e propostas de acréscimos e supressões apresentadas pelos países participantes.

Nem sempre é possível saber se uma posição expressa no texto básico é majoritária.
Mas o emaranhado dos detalhes não esconde os sentidos essenciais do que está em discussão.

Procura-se controlar, restringir e se possível reverter a circulação não-mercantil de bens imateriais – umas das novidades mais inquietantes e promissoras do início do século.

Busca-se submeter estas trocas a um padrão marcado pela propriedade e pelo dinheiro. Como tal tarefa tornou-se árdua, na era da digitalização e da internet, apela-se frequentemente para medidas que ferem as próprias liberdades civis.

Há um corte geopolítico claro: busca-se preservar a divisão
internacional do trabalho que submete os países do Sul.

Este intento desdobra-se em três grupos de medidas principais. No primeiro, estão as que limitam a circulação de bens culturais na internet. O ACTA incorpora, e procura disseminar, o espírito de leis nacionais recentes (por exemplo, “Lei Hadopi” na França, “Digital Millenium Copyright Act – DMCA, nos EUA, “projeto de lei Azeredo”, no Brasil) que invadem a privacidade dos internautas e permitem excluí-los da rede sem o amparo de decisões judiciais.

As empresas que oferecem acesso à net ou hospedagem de sites são consideradas co-responsáveis pelo material que é armazenado ou circula em seus computadores. Os arquivos que registram a atividade dos internautas (“logs”) são mantidos gravados por longo período.

Os chamados “detentores de propriedade intelectual” – uma gravadora de música ou um estúdio de cinema, por exemplo – podem reivindicar a exclusão de material que afirmem violar seus direitos.

Após um certo número de supostas violações, os “infratores” podem ser temporariamente excluídos da rede. Todos os procedimentos são feitos por medidas administrativas. Incluídos na “Lei Hadopi” francesa, dispositivos semelhantes foram derrubados pelo tribunal constitucional do país. Mesmo assim, constam de diversas versões do ACTA.

O segundo grupo de medidas atinge os medicamentos genéricos. Neste tema, age-se por dois caminhos. Os países signatários são pressionados a manter ou ampliar o alcance de suas leis de patentes – inibindo a produção ou compra de drogas fora do circuito dos grandes laboratórios transnacionais.

Ao mesmo tempo, procura-se legitimar procedimentos controversos, como as retenções, na Europa, de cargas de remédios destinadas a países africanos. Em diversas ocasiões, medicamentos contra AIDS, perfeitamente legais tanto no ponto de origem (Índia) quando nos de chegada – foram apreendidos quando os navios ou aviões que os transportavam fizeram escalas em portos europeus ou no aeroporto de Schiphol (Holanda). Alegou-se que violavam as leis europeias. A Índia protestou, inclusive em organismos da ONU. Pretende-se agora, aparentemente, tornar tais apreensões rotineiras e incontroversas.

A terceira série de propostas do ACTA muda o caráter das alfândegas, hoje um serviço público voltado à proteção das fronteiras políticas e econômicas dos Estados. Se o acordo prosperar, as aduanas acumularão, também, o papel de fiscais da propriedade intelectual de empresas privadas.

Acionadas pelos interessados, e sem necessidade de decisão judicial, poderão ordenar, por exemplo, a abertura de contêineres, para verificar se contêm produtos falsificados. Em certas versões extremadas, presentes nos textos, terão também poderes para adotar o mesmo procedimento nas bagagens pessoais de passageiros.

Nesse caso, examinarão (e punirão) tanto a presença de CDs, DVDs ou objetos contendo marcas “piratas” quanto de arquivos digitais sem-licença, armazenados em qualquer suporte físico (o HD de um notebook, um pendrive, um celular). A evidente dificuldade de fazê-lo é um indicador do desespero a que parece ter chegado a indústria do entretenimento.

Mesmo em suas modalidades menos kafkianas, o texto “é imperialismo sem disfarces”, para James Love, diretor da Knowledge Ecology International. Ele lembra:

“A maior parte dos países hoje desenvolvidos aplicou, durante muito tempo, políticas não-restritivas sobre patentes e direito autoral (…) É o caso da Suíça, que copiou a química alemã no século 19, ou dos Estados Unidos, que não reconheceram, até 1891, o copyright sobre as obras inglesas então predominantes, para oferecer aos editores nacionais receitas provenientes da liberdade de cópia”.
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De quem é a ideia?

O Ministério da Cultura põe em consulta pública a revisão da Lei de Direitos Autorais, área em que, por sua relevância, o Brasil já encontra meios para reforçar estratégias de negociação comercial.

por Danilo Fariello
29.06.2010

O Brasil esteve muito perto de suspender o pagamento de Direitos Autorais aos Estados Unidos pela exibição de sucessos de bilheteria como “Avatar”.

A ameaça iminente do governo aos criadores do povo Na”vi não tinha relação com rancor pelo engajamento do diretor James Cameron e da atriz Sigourney Weaver na campanha de que participaram contra o leilão da usina hidrelétrica de Belo Monte, no rio Xingu (PA).

Em vez de ideologia, a reação foi motivada por subsídios bem materiais do governo americano aos seus produtores de algodão - que restringiam mercado dos produtores brasileiros. Sem o custo do copyright, filmes de Hollywood poderiam ser exibidos a preços módicos em cineclubes espalhados pelo país.

O Brasil elaborou ao longo de dois anos um modelo, inédito no mundo, de retaliação cruzada envolvendo direitos artísticos. O texto da Medida Provisória nº 482, já aprovada, prevê, por exemplo, que se possa exigir registro interno para que tenha validade aqui direito autoral estrangeiro, que sempre teve validade em esfera mundial, não importando onde fosse feito.

Para avaliar o impacto dessas medidas, o Ministério das Relações Exteriores pediu levantamento ao Banco Central e constatou que, em 2008, a transferência de recursos para pagamento de Direitos Autorais apenas de produtos que vêm dos EUA somou US$ 2,359 bilhões. O volume foi considerado suficientemente relevante para fazer parte do pacote de retaliações.

A negociação com os EUA tomou novo rumo, porém, com acordo formalizado na semana passada. O Brasil concordou em suspender, pelo menos até 2012, medidas retaliatórias como aumento de tarifas de importação sobre 103 tipos de produtos americanos, autorizadas pela Organização Mundial do Comércio (OMC).

Mas agora a retaliação via Direitos Autorais já está prevista legalmente no Brasil, podendo ser aplicada em qualquer negociação internacional futura.

Os Direitos Autorais entraram no cenário de acordos multilaterais com a era digital, na última década, e com a possibilidade de se fazerem retaliações cruzadas - em setores distintos dos atingidos por barreiras, tarifárias ou não -, afirma Marcos Alves de Souza, coordenador de Direitos Autorais do Ministério da Cultura.

Como a informação passou a circular de forma mais fluida e com menos controle entre países, o que é acompanhado pelo avanço da pirataria, cresceram as preocupações com a questão dos Direitos Autorais, diz Kenneth da Nóbrega, chefe da Divisão de Propriedade Intelectual (Dipi) do Itamaraty.

Nos últimos anos, a propriedade industrial já foi alvo de pedidos de retaliação, por exemplo, na quebra de patentes de remédios. Mas o direito artístico era tema intocável nesse ambiente de conflitos comerciais, embora o Brasil não seja o primeiro país a colocá-lo na pauta externa.

Nóbrega afirma que as regras de Direitos Autorais têm dois pilares. De um lado, o controle e a proteção dos direitos. De outro, as exceções, que permitem a inovação e a disseminação de conhecimento, por exemplo, pelas citações de obras como um remix de uma música ou um Livro que avança em tese anteriormente defendida.

“Mas as normas de proteção tiveram origem no séc. XIX, e o mundo digital traz uma necessidade de atualizações intensa”. E as quantias que circulam para pagar copyrights nunca foram uma leve sombra do que são nestes tempos da internet rápida, o que também suscita as revisões e os conflitos.

Por esses motivos - e por conta da crise existencial de editoras e gravadoras com a disseminação da PIRATARIA -, diversos países, como o Brasil atualmente, reveem suas leis sobre Direitos Autorais.

Na semana passada, o Ministério da Cultura brasileiro abriu, para consulta pública, o texto de reformulação da Lei de Direitos Autorais, que determinará, entre outros aspectos, novas formas de relacionamento entre autores e intermediários.

Recentemente, União Europeia, EUA, Canadá, Austrália, entre outros países, discutiram ou discutem regras de copyright. Na Europa, criadores, consumidores, provedores de internet e defensores de direitos digitais publicaram em maio manifesto defendendo sistema que fomente a criatividade.

Para eles, as exceções ao copyright são a chave para permitir reutilizações legítimas e inovações.
Segundo estudo da Tera Consultants, contratado pela União Europeia, em 2008, a produção criativa da região - que inclui softwares - chegou a € 560 bilhões, ou 4,5% de toda riqueza gerada na comunidade.

Faltam, porém, estimativas precisas sobre o volume de recursos em Direitos Autorais no mundo, sendo qualquer palpite questionado por diversas instituições. Internamente, o governo brasileiro tem estimativa extraoficial de giro de US$ 600 bilhões em Direitos Autorais ao ano no mundo, valor que cresce aceleradamente.

Debates em fóruns multilaterais também foram abertos ou retomados para discutir o tema recentemente. Além da OMC, o Direito Autoral é discutido no âmbito da Organização Mundial de Propriedade Intelectual (Ompi). Mas EUA e União Europeia costuram um acordo por fora com outros países, o Anti-Counterfeiting Trade Agreement (Acta).

Na OMC, o Acordo sobre Aspectos dos Direitos de Propriedade Intelectual relacionados ao Comércio (Trips, em inglês), de 1995, é considerado defasado e abrangente demais. O Trips é mandatório nos direitos, mas seus limites são apenas facultativos, variando em cada país.

Para a alteração do acordo, seria necessário consenso entre as partes. Por isso, os países passaram a negociar atualizações em fóruns mais flexíveis, comenta Samuel Barrichello, coordenador-geral de regulação em Direitos Autorais do Ministério da Cultura.
A Ompi, onde também vigora o consenso, possui o cronograma mais ativo de negociações multilaterais sobre propriedade intelectual.

Ali, países desenvolvidos e em desenvolvimento podem assumir posições opostas, mas mantêm reuniões semestrais, como a realizada esta semana. Foi na Ompi que surgiu, em 1996, a “medida tecnológica de proteção”, que permite a uma gravadora adotar sistema que impede cópia de CDs ou a um provedor de internet liberar arquivos para só um computador ou vetar reprodução em papel, em qualquer lugar do mundo.

O Brasil não aderiu a essa norma, mas sofre suas consequências. Se alguém compra um CD importado, por exemplo, não pode reproduzi-lo aqui. Da mesma forma, há sites estrangeiros que impedem a impressão de suas páginas.

Alheio às decisões da Ompi, o Acta começou a ser debatido, de forma sigilosa, em junho de 2008, e seu rascunho inicial ganhou publicidade apenas em abril. Pelo texto, os países aderentes têm de implementar regras mais rígidas de proteção e reforçar os direitos de propriedade intelectual.

Apesar de restritas a alguns países, as decisões do Acta, se vierem a se tornar efetivas em acordo, poderiam afetar o comércio internacional. Exemplos: poderia haver maior controle sobre a música do cantor europeu cujo álbum é comprado no Brasil ou do conteúdo de um MP3 player ou um notebook que um turista brasileiro carregue consigo em viagem para fora.

Os Estados Unidos, onde se encontram as maiores gravadoras e produtoras de filmes, estão entre os mais duros na negociação sobre o tema, impondo restrições e controles mais rigorosos dos Direitos Autorais.

A França adotou recentemente a lei mais polêmica sobre o tema, chamada de Hadopi, que se baseia na política conhecida como “three strikes”: se registrado download ilegal de conteúdo por três vezes, o internauta pode ser totalmente derrubado da rede por um tempo. Por aqui, teme-se que algo nessa forma vire regra mundial no Acta.

Como partidário de uma renovação menos conservadora das regras globais - que permita furos nos Direitos Autorais para educação, inovação, entre outras finalidades -, o Brasil tem defendido na Ompi as limitações a direitos.

Em consonância com a lei proposta internamente, que foi a consulta pública neste mês, o governo quer promover estímulos para a indústria criativa nacional e à disseminação mais flexível da informação, em detrimento do direito privado restrito ao extremo, comenta Souza, do Ministério da Cultura.

Mas a posição brasileira também suscita controvérsias. Deveriam ser preservados ao máximo os direitos privados dos autores, na medida em que o retorno financeiro é sua motivação maior e as empresas têm amparado seu patrimônio cada vez mais em elementos intelectuais e tecnológicos, em vez de máquinas e equipamentos, diz Eduardo Dinelli, advogado especializado em Direitos intelectuais.

“Há empresas brasileiras que exportam software para o mundo todo. Por isso é preciso balancear os interesses do autor, do consumidor e do Estado.” Mas o lobby das empresas brasileiras é relativamente mais fraco do que em outros países, onde detentores de Direitos Autorais têm mais força na formulação de políticas públicas.

Na tentativa de relativizar essa visão do Direito Autoral como instituição privada livre de exceções, o Brasil resolveu adotar uma bandeira politicamente correta e, portanto, com pouca margem de questionamento.

Nesta semana, representantes do país levaram à reunião da Ompi, em Genebra, proposta de cronograma de debate para assegurar a flexibilização de cópias de livros para versão áudio e Braille. Recentemente, uma interrupção na oferta de livros na versão áudio do Kindle, leitor eletrônico da Amazon, gerou inquietação internacional sobre o assunto.

Essa posição tem amparo da World Blind Union (WBO), a associação mundial dos cegos, e facilitaria o acesso dos deficientes à informação restrita àqueles com boa capacidade visual. Além de ser dificilmente questionável, a proposta encontraria respaldo em políticas da ONU que visam oferecer amparo a pessoas com qualquer deficiência física. “Essa não é uma questão de Direito Autoral, mas de direitos humanos”, afirma Souza.

Para Nóbrega, do Itamaraty, mesmo com a ameaça do Acta ou com o posicionamento mais duro dos países desenvolvidos nos acordos que tratam de copyright, existe hoje um ambiente mundial favorável à adoção de cada vez maiores limitações às regras de proteção, como pode ser percebido no manifesto europeu.

Mesmo grandes universidades americanas, como Yale e Harvard, já criticam dificuldades para reproduzir obras que seriam usadas como base para inovações científica ou tecnológica. “Percebeu-se que não há uma solução simplificadora para o tema e que, portanto, as restrições de direitos têm de ser bem avaliadas e discutidas, e que podem ser questionadas internacionalmente”, diz Nóbrega.
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Proposta da nova Lei de Direitos Autorais
irá a consulta pública

por Marcos Alves de Souza
Agência Câmara
20.05.2010


A reprodução de obras literárias por meio de equipamentos eletrônicos, como os e-books, deverá ser regulamentada pelo projeto do governo. Tema foi discutido em seminário sobre leitura.

O Ministério da Cultura colocará em consulta pública, a partir da primeira quinzena de junho, uma proposta de revisão da Lei de Direitos Autorais (Lei 9610/98). A informação é do diretor de direitos intelectuais do Ministério da Cultura, Marcos Alves de Souza, que participou nesta quinta-feira do 2º Seminário do Livro e da Leitura no Brasil, na Câmara.

Atualmente, o ministério já possui um blog para discutir o tema. Entre os pontos a serem revisados está a regulamentação de contratos de reprodução e distribuição de obras literárias por meio de tecnologias eletrônicas.

Durante o seminário, promovido pela Comissão de Educação e Cultura e pela Frente Parlamentar Mista da Leitura no Congresso Nacional, os debatedores discutiram os potenciais e os riscos da difusão dos livros eletrônicos no País.

Os leitores eletrônicos são aparelhos, portáteis ou não, que armazenam arquivos de livros digitalizados, os chamados e-books. No caso dos aparelhos portáteis, o conteúdo literário é geralmente adquirido via internet.

Não existem dados oficiais sobre a difusão dessa tecnologia no Brasil e no mundo. Contudo, a presidente da Câmara Brasileira do Livro, Rosely Boschini, afirmou que, nos Estados Unidos, 80 editoras já atuam no setor de e-books. Segundo ela, instituições chinesas digitalizam cerca de 100 mil páginas por dia, que podem ser lidas em aparelhos eletrônicos diversos, entre eles celulares.
“Os e-books não são um modismo, são uma tendência mundial”, avaliou Boschini.

Lei defasada
Diante da difusão de novas tecnologias de suporte para conteúdo literário, Marcos Alves de Souza afirma que a legislação atual está defasada. Segundo ele, a Lei de Direitos Autorais vigente chega a regular o tema, mas é insuficiente dada a complexidade e a rapidez do ambiente digital.

“Hoje, se um autor tem sua obra divulgada pela internet sem sua permissão, ele tem uma série de etapas para percorrer a fim de buscar seus direitos”, exemplificou Souza. “Primeiro, deve descobrir o endereço IP de quem disponibilizou a obra; depois, solicitar judicialmente que o provedor de internet identifique a pessoa responsável; e, por último, entrar na Justiça contra essa pessoa.”

Segundo o diretor, o Ministério da Cultura espera, com a consulta pública, identificar formatos de proteção dos direitos autorais que sejam mais ágeis e adequados às novas tecnologias. Após essa etapa, o órgão vai elaborar um anteprojeto de lei sobre o tema, que será enviado ao Congresso.

O futuro do livro
Tendo em vista a expansão das novas tecnologias, os participantes do seminário discutiram também o futuro e a função do livro convencional no País. A diretora da Associação Nacional de Livrarias (ANL) Milena Duchiade citou dados que demonstram que “ainda há muito a ser feito em favor do livro e da leitura no Brasil”.

Segundo ela, a proporção de municípios brasileiros com pelo menos uma livraria diminuiu de 35% para 28% entre 99 e 2009. Ainda de acordo com a diretora, apenas 25% das famílias com renda superior a 15 salários mínimos mensais compram livros não-didático.

Apesar dos dados, Duchiade avaliou que a expansão dos e-books não deve prejudicar o mercado de livros convencionais. “Em regra, os meios de comunicação que surgem não excluem os anteriores. O videocassete, por exemplo, não acabou com o cinema. A televisão não acabou com o rádio. Existe um perfil de público destinado a cada veículo”, argumentou.

Rosely Boschini também acredita que, pelo menos no curto prazo, as novas tecnologias de distribuição de obras literárias não terão impacto relevante no mercado tradicional. “O livro digital ainda vai demorar para ser utilizado em massa aqui no Brasil, principalmente em razão dos altos investimentos necessários para difusão dessa tecnologia”, avaliou.
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